La
inteligencia emocional en los equipos de trabajo
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OBJETIVO
El objetivo del
presente trabajo es presentar el concepto novedoso de inteligencia
emocional y relacionarlo con las características principales de las
variables más importantes de los equipos de trabajo.
También consideramos
importante tratar de entender y explicar porque este nuevo
enfoque es tan importante en la vida de las personas, ya sea a nivel
personal u organizacional, dado los tiempos actuales de cambio y
globalización donde el factor humano es cada vez mas escasos por sobre
el tecnológico.
INTRODUCCION
La Inteligencia Emocional
en la Empresa viene precedida del libro del mismo autor Daniel Goleman
"Inteligencia Emocional" que cambió el concepto anterior de
inteligencia. Con Inteligencia Emocional en la Empresa Goleman
nos da pautas para comprender nuestro comportamiento en la empresa,
como líderes, y por extensión como integrantes de equipos de trabajo.
Es muy importante
actualmente considerar que para desarrollarnos en las empresas, obtener
una posición satisfactoria y permanecer en las mismas, debemos
comprender que es fundamental para obtener esos logros.
Goleman en su obra
considera
que la obsesión sobre el coeficiente intelectual, con el que hasta ahora
se han manejado ejecutivos y gerente de grandes empresas para ser
considerados, y no quedar fuera del sistema ante los grandes cambios y
reestructuraciones producidas por la tecnología y la economía global, ha
sido equivocada. El factor a considerar no es el cociente
intelectual, títulos y grados universitarios, sino la inteligencia
emocional.
Goleman predica
aptitudes tales como el autoconocimiento, la seguridad en uno mismo y el
autocontrol, el compromiso, la integridad, la comunicación eficaz.
Estas son características que intentamos desgranar en el presente
trabajo.
A medida en que nos
internamos en el concepto de liderazgo se hace evidente la importancia
de encauzar la Inteligencia Emocional si queremos salir airosos en
nuestra carrera profesional.
El desarrollo de
este trabajo se encuentra dividido en dos partes:
La primera
está referida, exclusivamente al desarrollo de qué es la inteligencia
emocional y cómo está compuesta, para que el que no conozca del tema
pueda entender a grandes rasgos, de que se trata.
Y en la segunda
parte nuestro objetivo será poder relacionar este concepto con equipo
de trabajo.
Modestamente, los
autores.
PRIMERA PARTE
Antes de comenzar a
explayarnos sobre " inteligencia emocional", tenemos que aclarar que
existen otros dos dominios para alcanzar la excelencia laboral, los
cuales explicaremos brevemente a continuación:
El coeficiente intelectual: es la potencia que posee el intelecto, son las aptitudes
intelectuales puramente cognitivas, tales como el razonamiento analítico
o razonamiento técnico-metódico. También se define como lo que se mide
en los test de inteligencia o como el procesamiento de contenidos
abstractos.
La pericia:
es nuestro cuerpo total de información especializada y habilidades
prácticas. Esta es una combinación del sentido común con el conocimiento
especializado y la habilidad que adquirimos con la práctica de cualquier
trabajo. En pocas palabras podemos decir que la pericia es la que nos
torna bastante buenos para ejecutar un trabajo especial.
la inteligencia emocional: el término inteligencia emocional se
refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y
los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros
mismos y en nuestras relaciones. También podríamos definirla como
la capacidad de monitorear y regular los sentimientos propios y ajenos y
de utilizarlos para guiar el pensamiento y la acción, determinando
nuestro potencial para aprender habilidades prácticas
¿Cuándo se desarrolla
la inteligencia emocional?
La inteligencia
emocional a
diferencia del coeficiente intelectual (el cual se desarrolla sólo en la
infancia y después de la adolescencia cambia muy poco) se aprende e
incrementa durante toda la vida. Se
desarrolla a partir de las experiencias, por lo cual nuestras
habilidades en este sentido podrán continuar creciendo en el transcurso
de la madurez.
¿Cómo está compuesta
nuestra inteligencia emocional?
Ella está basada en 5
aptitudes básicas, divididas en personales y sociales.
Pero antes deberemos
explicar qué es una aptitud: llamamos aptitud a una característica de la
personalidad o conjunto de hábitos que llevan a un desempeño superior o
más efectivo. En otras palabras es una habilidad que agrega obvio valor
económico a los esfuerzos de una persona en su trabajo.
Como dijimos
anteriormente, la inteligencia emocional está basada en 5 aptitudes:
·
Autoconocimiento
·
Autoregulación
·
Motivación
·
Empatía
·
Habilidades sociales
Divididas las tres
primeras en aptitudes personales y las dos últimas en aptitudes
sociales.
Aptitudes personales:
Estas aptitudes
determinan el dominio de uno mismo.
Autoconocimiento:
Saber qué se siente en cada momento y utilizar esas preferencias para
orientar nuestra toma de decisiones; tener una idea realista de nuestras
habilidades y una sólida confianza bazada en uno mismo.
Dentro del
autoconocimiento se encuentran tres subaptitudes:
·
Conciencia emocional:
reconocer las propias emociones y sus efectos.
·
Autoevaluación precisa:
conocer las propias fuerzas y sus límites
·
Confianza en uno mismo:
la certeza sobre el propio valor y facultades
Autoregulación:
Manejar las emociones de modo que faciliten las tareas entre manos, en
vez de estorbarla; ser cuidadosos y demorar la gratificación en pos de
los objetivos; recobrarse bien de las tensiones emocionales.
Dentro de la autoregulación existen 5 subaptitudes:
·
Autocontrol:
manejo de las emociones y los impulsos perjudiciales.
·
Confiabilidad:
mantenimiento de normas de honestidad e integridad.
·
Escrupulosidad:
aceptar la responsabilidad del desempeño personal.
·
Adaptabilidad:
flexibilidad para manejar el cambio.
·
Innovación:
estar abierto y bien dispuesto para las ideas y los enfoques novedosos y
la nueva información.
Motivación:
utilizar nuestras preferencias más profundas para orientarnos y avanzar
hacia los objetivos, para tomar iniciativas y ser muy efectivos y para
perseverar frente a los contratiempos y las frustraciones. Dentro de la
motivación existen 4 subaptitudes:
·
Afán
de triunfo:
esforzarse por mejorar o cumplir una norma de excelencia.
·
Compromiso:
aliarse a las metas del grupo u organización.
·
Iniciativa:
disposición para aprovechar las oportunidades.
·
Optimismo:
tenacidad para buscar el objetivo, pese a los obstáculos y los reveses.
Aptitudes
sociales:
Estas aptitudes
determinan el manejo de las relaciones.
Empatía:
percibir lo que sienten los demás, ser capaces de ver las cosas desde su
perspectiva y cultivar la afinidad con una amplia diversidad de
personas.
Dentro de empatía existen 5 subaptitudes:
·
Comprender a los demás:
percibir los sentimientos y perspectivas ajenas e interesarse
activamente en su preocupación.
·
Ayudar
a los demás a desarrollarse:
es percibir las necesidades de desarrollo ajenas y fomentar sus
aptitudes.
Orientación hacia el servicio: es prever, reconocer y satisfacer
las necesidades del cliente.
·
Aprovechar la diversidad:
cultivar oportunidades a través de diferentes tipos de personas.
·
Conciencia política:
interpretar las corrientes emocionales de un grupo y sus relaciones de
poder.
Habilidades
sociales:
Manejar bien las
emociones en una relación e interpretar adecuadamente las situaciones y
las redes sociales; interactuar sin dificultar, utilizar estas
habilidades para persuadir y dirigir, negociar y resolver disputas, para
cooperación y el trabajo de equipo. Dentro de las habilidades
sociales existen 8 subaptitudes:
·
Influencia:
aplicar tácticas efectivas para la persuasión.
·
Comunicación: ser capaz de escuchar abiertamente y transmitir mensajes
claros y convincentes.
·
Manejo
de conflictos:
negociar y resolver los desacuerdos.
·
Liderazgo:
inspirar y guiar a grupo e individuos.
·
Catalizador de cambio:
iniciar o manejar el cambio.
·
Establecer vínculos:
alimentar las relaciones instrumentales.
·
Colaboración y cooperación:
trabajar con otros para alcanzar metas compartidas.
·
Habilidades de equipo:
crear sinergia grupal para alcanzar las metas colectivas.
ALGUNOS CONCEPTOS
ERRONEOS
·
La
inteligencia emocional no significa simplemente "ser simpático".
En momentos estratégicos pueden requerir por el contrario enfrentar sin
rodeos a alguien para hacerle ver una verdad importante, aunque molesta,
que se haya estado evitando.
·
La
inteligencia emocional no significa dar rienda suelta a los
sentimientos, "sacando todo afuera" ". Por el contrario significa
manejar los sentimientos de modo tal de expresarlos adecuadamente y con
efectividad permitiendo que las personas trabajen juntas sin roces en
busca de un objetivo común.
Más datos:
·
Cuánto
más complejo es el trabajo, más necesaria es la inteligencia emocional,
aunque sólo sea porque la deficiencia en estas facultades puede
dificultar la aplicación de la pericia técnica y el intelecto que se
tenga. En pocas palabras, las emociones descontroladas pueden hacer
convertir al inteligente en estúpido.
·
Una
elevada inteligencia emocional, por sí sola, no garantiza que alguien
haya aprendido las aptitudes emocionales que interesan para el trabajo;
significa sólo que tiene un excelente potencial para adquirirlas. Una
persona puede ser sumamente empática, por ejemplo, pero no haber
adquirido las habilidades basadas en la empatía, que se traducen en la
posibilidad de brindar una excelente servicio al cliente, ser un docente
de primer nivel o lograr que un grupo caracterizado por la diversidad,
trabaje en equipo. Sería como si alguien tuviera un registro perfecto y
tomara lecciones de canto, para convertirse en un magnífico cantante de
ópera. Sin las lecciones no habría carrera en la música, a pesar del
potencial: un Pavarotti que no hubiera tenido posibilidades de florecer.
·
Para
lograr un desempeño laboral excelente no basta con poseer una o dos
aptitudes, sino dominar una combinación de subaptitudes de cada aptitud
(poseer puntos fuertes en todas las aptitudes que constituyen la
inteligencia emocional).
·
Es
propicio resaltar que el ascenso dentro de la organización debe estar
acompañado de un aumento de la inteligencia emocional:
·
"Para
tener éxito en los planos mas elevados, en los puestos de liderazgo,
virtualmente toda la ventaja depende de la aptitud emocional".
·
En los
peldaños inferiores de la complejidad laboral existe una proporción mas
o menos directa entre las facultades cognitivas de una persona y su
desempeño, en sentido que empleados u operadores sagaces se desempeñaran
mejor que quienes tengan menos inteligencia.
·
Para
concluir la primera parte del desarrollo decimos que la inteligencia
emocional determina nuestro potencial para aprender las habilidades
prácticas y la aptitud emocional muestra qué proporción de ese potencial
hemos traducido a las facultades que aplicamos en el trabajo, y por que
no a la vida.
SEGUNDA PARTE
A medida que pasan los
años, se producen cambios culturales que repercuten en todos los ámbitos
de la vida, entre ellos el organizacional. Dentro de las empresas, los
rasgos necesarios para destacarse van modificándose según la situación
en la que se vive. Dos habilidades que influían relativamente poco en
los años setenta, en los noventa han alcanzado una importancia
crucial. La formación de equipos y la adaptación al cambio.
Con los grupos sucede lo mismo que con
los individuos: la inteligencia emocional es clave para la excelencia.
Obviamente que la inteligencia y la pericia tienen su importancia pero
es el factor emocional el de destaca a los grupos estelares del resto.
EL AUTOCONTROL
Ahora nos abocaremos al
tema del autocontrol y qué elementos nos movilizan. Para encarar
el tema del autocontrol es necesario traer a consideración algunos
elementos que hacen al funcionamiento cerebral en función de las últimas
investigaciones sobre el área, simple y abreviadamente es preciso
conocer que en nuestro cerebro hay un sistema de alarma que se localiza
en el primitivo cerebro emocional, el cual se ubica en una serie de
estructuras que circundan el tronco cerebral, esto es lo que se conoce
como sistema limbico. Esta estructura, que es la que inicia las alarmas
emocionales se conoce como amígdala.
La amígdala
es el banco de memoria emocional del cerebro y alberga sentimientos
tales como triunfo, fracaso, esperanza, miedo, indignación, frustración,
etc., Todo lo que nos pasa, es ingresado y analizado, evaluando la
posibilidad de amenazas y oportunidades (¿análisis FODA?), al tiempo que
compara que pasa con la información almacenada.
Este mecanismo de
autodefensa se dispara "automáticamente", y mientras potencia la agudeza
de los sentidos activando respuestas reflejas "aprendidas" en nuestra
evolución, desconecta el pensamiento complejo, originándonos
contratiempos en nuestra vida de relación, ya sea en el hogar, en la
empresa o en los grupos.
Se comprenderá que las
respuestas "automáticas" anteriormente referidas no solo se dan cuando
sufrimos una agresión puntual y violenta, - no - en este fin de siglo
sufrimos de algo llamado estrés, el cual se potencia por la sumatoria de
tensiones sean ellas grandes o pequeñas. Hay momentos en que cualquier
situación no querida, por insignificante que ella sea nos resulta
abrumadora. Hay que tener en cuenta que el cerebro no particiona
nuestros problemas en tensiones del hogar, tensiones del trabajo,
tensiones afectivas, etc., el cerebro no divide, suma una tensión a las
anteriores, sin importarle de que "sector" provienen; en estos momentos
cuando nos encontramos sobreexigidos, cualquier situación nos hará
estallar. Cada situación en la que nos sintamos agredidos va a producir
cortisol, de tal manera el mismo se irá acumulando en el flujo
sanguíneo, esto hará que el cerebro reaccione primitivamente haciendo lo
que mejor le resulte, agredir, huir, etc.
En pocas palabras si
el sistema de autorregulación funciona nos encontraremos con un elevado
autodominio en situaciones de estrés y adaptación a los cambios,
condiciones estas que nos permitirán mantener la claridad y calma para
enfrentar las exigencias a las que diariamente somos sometidos.
En este punto debemos
precisar que el autodominio emocional no debe ser paralizante, dado que
el autodominio emocional no significa negar o reprimir los verdaderos
sentimientos.
En el control de los
impulsos y la superación de las inquietudes se encuentran según D. Goleman cinco aptitudes emocionales,
ellas son:
·
Autodominio
·
Confiabilidad
·
Responsabilidad
·
Adaptabilidad
·
Creatividad
El autodominio o
autocontrol está íntimamente relacionado con el autoconocimiento, nos
permite mantener bajo control emociones e impulsos negativos. En un
grupo las personas que cuenten con esta cualidad, evitaran producir
situaciones conflictivas, mantendrán la calma en momentos difíciles y
ante situaciones de presión seguirán actuando con claridad sin
dispersarse, contribuyendo con sus actitudes a un crecimiento positivo
del grupo o equipo. El autodominio se relaciona íntimamente con los
roles individuales, básicamente aquellos que describen actitudes que
obstaculizan la cohesión o el progreso del grupo. Alguno de esos roles
son los que caracterizan al agresor, al obstructor, al dominador, etc..
La detección temprana de las características señaladas y su corrección
permitirá a los componentes del grupo y al grupo mismo progresar en sus
fines. Héctor Fainstein (1) plantea que "solo en la medida en que uno
pueda reflexionar, analizar y conocer (con otro, con otros, consigo
mismo) que le sucede ante un fracaso, o el éxito exagerado, es posible
pensar en instancias diferentes en el desarrollo personal"
Posteriormente presenta tres niveles para definir el estado de
autoconocimiento, ellos son:
1) el nivel de lo que
uno puede hacer,
2) el nivel de lo que
uno sabe o entiende y por último,
3) el nivel de saber
quienes somos y deseamos ser,
concluyendo al decir
que "el autoconocimiento se incrementa por la propia imagen del nivel
de conocimiento de la persona, como también por el espejo de los demás,
por la interacción con los otros, por la forma por la cual los demás nos
devuelven su imagen de nuestra competencia y forma de ser".
La confiabilidad y la
responsabilidad
permiten que los componentes del grupo no reciban sorpresas por el
comportamiento de alguno de sus integrantes; contando las personas con
esas aptitudes, no generaran sorpresas desagradables, sino por el
contrario inspiraran autenticidad, admitirán y corregirán sus errores,
cumplirán sus compromisos y serán responsables para satisfacer los
objetivos del equipo. Fainstein (1) manifiesta "la confiabilidad es la
esencia del equipo operando", paralelamente considera que "la
confiabilidad se construye en un proceso continuo...", en otro momento
de su obra, en este caso refiriéndose a las funciones del conductor de
equipos de trabajo dice "sin
confiabilidad
es difícil pensar en un equipo que pueda alcanzar sus propósitos. La
confiabilidad se da entre los integrantes del equipo y su conductor".
Adaptabilidad,
creatividad e innovación
son aquellos dones de los seres humanos que les permiten producir o
aceptar ideas novedosas además de la cualidad de tener una personalidad
flexible a los continuos cambios en esta era de la globalización. En
grupo o equipo, los componentes buscaran, producirán y aceptarán ideas
nuevas del exterior y de sus integrantes, aceptando riesgos, soportaran
sin dificultades la presión interna y externa, adaptando sus tácticas a
las exigencias del entorno, mientras mantienen una visión amplia y
abierta ante los hechos. Un filósofo invitado al curso del Dr. Fainstein
en el primer cuatrimestre de 1999, enfatizó que la libertad –interior y
exterior- es condición fundamental para la creatividad, Fainstein (1) al
tratar el tema de la creatividad básicamente en los grupos, se refiere a
ella bajo el aspecto de la co-creación como método, al entender que "en
un mundo globalizado, las interrelaciones son cada vez más rápidas,
ágiles y eficaces."
En muchos momentos
hemos mencionado el concepto de flexibilidad. Esta cualidad va de la
mano con la creatividad al permitir que esa virtud florezca; una forma
de estrangular a la creatividad en el grupo o equipo es someter a este
por parte del líder o de algunos integrantes a una sofocante vigilancia,
a evaluaciones castrantes de lo creado, a un control riguroso del
desarrollo de ideas y en fin sostener fechas inflexibles que impidan
tener tiempo para crear individual y colectivamente.
Goleman usa la palabra
flujo para referirse al estado de ánimo que nos impulsa a realizar
nuestro mejor esfuerzo ante cualquier desafío, es la situación donde al
surgir todas nuestras habilidades naturalmente, todo parece fácil, los
desafíos son motivantes, aquí la tarea personal o del grupo o equipo, no
está fundada necesariamente en una recompensa económica, las
motivaciones son internas no externas.
Héctor Fainstein "La
Gestión de equipos eficaces"
Parecería ser entonces
que el motivador sea el desafío creativo, el estímulo del trabajo en sí
y la posibilidad de continuar aprendiendo personalmente y en equipo. Una
buena tarea que comienza con una extraordinaria sensación de bienestar
sin duda terminara de una manera exitosa.
El flujo hace fácil lo
difícil, si estamos felizmente concentrados y conectados en algo
exigente, el gasto de energía cerebral es mínimo, paradójicamente es en
los momentos de dispersión y aburrimiento cuando la actividad cerebral
se dispersa, el cerebro esta super activado pero mal direccionado. En
los momentos de flujo nos encontramos con una disminución cortical
aunque los asuntos que nos ocupen sean difíciles.
Hay actitudes naturales
en los individuos que ayudan grandemente a las personas o grupos, una de
ellas es la presencia psicológica. En verdad esta actitud es una cálida
ayuda hacia los demás a fin de que ellos mismos, en momentos de bloqueo
encuentren elementos que tenían pero no detectaban por su propia
confusión. Esta "colaboración" es un ejemplo de la presencia emocional
en las relaciones, sean ellas grupales o no. Para ejercerlo es
imprescindible no estar discapacitado por la ansiedad para poder
brindarse a los demás.
El estado llamado flujo
es el que nos lleva naturalmente al perfeccionamiento dado que la
libertad emocional que disfrutamos nos hace aprender permanentemente,
permitiéndonos paralelamente iniciar nuevos proyectos o encarar acciones
desafiantes.
Sucede que en las
situaciones productivas felices se produce en estrés bueno, Goleman lo
llama "eustrés" que produce un "baño" de catecolaminas, sustancia que es
activada por las glándulas suprarrenales, este "baño" incita al cerebro
a la atención e interés, y lo mantienen listo para un esfuerzo sostenido
lográndose así un estado de motivación "regado" por adrenalina.
op. cit.
Una forma que
encuentran los estados de motivación y de presencia psicológica es lo
que se conoce como afiliación, entendiéndose por ella la vocación al
disfrutar del prójimo, cosa que se da normalmente en las profesiones
relacionadas con los servicios, como son la enfermería, medicina,
enseñanza, etc.. Esta motivación que es un objetivo en si mismo, llevada
a campos mas generales es muy conveniente para fortalecer las relaciones
grupales. Fainstein (1) le da a afiliación un sentido diferente al de
Goleman (3), entendiendo como tal a "aquella modalidad primaria por la
cual un integrante forma parte inicial de un grupo" asociándola para
este caso al concepto de pertenencia "sin pasar a momentos distintos de
integración".
Hemos visto hasta aquí
en forma dispersa varias y diferentes aptitudes motivacionales, Goleman
las resume así:
Deseo de Triunfar
Compromiso Optimismo e Iniciativa
Las personas con afán
de triunfo llevan consigo la esperanza de mejorar o destacarse, se
orientan hacia los resultados con auto metas fijadas luego de calcular
los riesgos que ellas demanden, buscan reducir la incertidumbre para
desempeñarse mejor a la vez que aprenden sobre la marcha logrando así
una excelente realimentación; Fainstein al referirse a la percepción del
logro de metas considera: "los equipos que avanzan sobre la consecución
de sus metas o resultados tienen mayor nivel de satisfacción que
aquellos que no lo hacen o tienen obstáculos para alcanzarlos".
Lapassade hablando del juramento y con palabras de Sartre dice "es el
comienzo de la humanidad" es el momento en que "somos hermanos", luego
afirma "el juramento es el poder de cada uno sobre todos y de todos
sobre cada uno".
op. cit.
Daniel Goleman "La
Inteligencia Emocional en la empresa"
La aptitud llamada
compromiso es la que permite a las personas hacer sacrificios en pos de
un objetivo del equipo, sintiendo la sensación de ser útiles en la
misión grupal; hacen propios los valores nucleares del equipo y los
utilizan para tomar decisiones con el propósito de cumplir con la misión
del mismo. El autor arriba mencionado nos dice que en los grupos, en
estos momentos de globalización donde se está ya trabajando en distintos
lugares y en otros tiempos "el compromiso no desaparece por la falta de
contacto cara a cara" aunque en estos casos no aparezca la "mutua
representación interna". La iniciativa se manifiesta cuando las personas
están dispuestas a aprovechar cualquier oportunidad, van tras los
objetivos con una perseverancia superior a lo que de ellas se espera, si
es necesario se convierten en transgresoras para cumplir sus propósitos,
manteniendo permanentemente una actitud movilizadora para el equipo. Su
optimismo las hacen ser persistentes a pesar de las barreras que se
interpongan en su camino, so motivación no es el miedo al fracaso, sino
su afán de triunfo, tienen la virtud de percibir que los contratiempos
se deben a circunstancias manejables y no a errores personales.
Muchas de las aptitudes
que se describen mas arriba, pueden dar en muchos casos en conductas
egoístas, de lo que se desprende la necesidad de un equilibrio
permanente para manejar la propia carrera con el compromiso de llevar
adelante los objetivos del grupo o equipo al que le debe lealtad. Esa
lealtad en fin es hacia los colegas, el equipo, el proyecto laboral y
consigo mismo como persona.
LA EMPATIA
Un radar humano:
Cuando se entrevista a
posibles empleados se evalúa en ellos cuatro dimensiones importantes. La
primera es puramente cognitiva: la capacidad de resolver problemas, el
razonamiento lógico y la habilidad analítica. Pero las otras tres
reflejan inteligencia emocional. Estas incluyen:
·
Establecer relaciones laborales. Ser un jugador de equipo, tener
confianza en uno mismo, presencia y estilo, ser empático y saber
escuchar, saber convencer con una idea, madurez e integridad.
·
Llevar
las cosas adelante. Tener iniciativa, empuje, energía y una sensación de
urgencia que obtenga resultados; mostrar un buen criterio y sentido
común; ser independiente, emprendedor e imaginativo; tener potencial de
liderazgo.
·
Concordancia personal. Tener cualidades de amigo, colega y socio; ser
sincero y respetar los propios valores; estar motivado; ser sociable,
con chispa y sentido del humor, modestia; tener una vida personal plena
y actividades fuera de la firma; entender a la firma y sus valores.
·
Como
primera idea, podríamos asimilar este concepto, como la capacidad de
reconocer en el otro, sus motivaciones, conflictos, estados de animo,
necesidades y personalidad, todo esto visto en la forma que modifica su
trabajo diario.
Como se verá las
motivaciones personales y sentimientos, podrán intentar ocultarse, pero
siempre, por algún canal se exteriorizan. FREUD observa "Los mortales no
pueden guardar ningún secreto, si sus labios callan, chismean con la
punta de los dedos; la traición se abre paso a través de todos los
poros". Así el jugueteo nervioso del negociador desmiente su expresión
impávida, el estudiado desinterés del cliente que discute el precio de
un auto se contradice con las miradas entusiastas que hecha al
convertible codiciado. Saber detectar esas pistas emocionales es
sumamente importante en aquellas situaciones en que alguien tiene
motivos para disimular sus verdaderos sentimientos, cosa habitual en el
mundo de los negocios.
En este sentido se
puede decir que la empatía es nuestro verdadero radar social, el hecho
de ponernos en el lugar y situación del otro nos hace captar esa
sensibilidad necesaria para no quedar desconectados con el otro. La
falta de oído emocional conduce a la torpeza social.
De las aptitudes
sociales con importancia para la labor en equipo que tienen sus bases en
la empatía encontramos:
1.
Comprender a los demás integrantes. Percibiendo sus sentimientos y
perspectivas, interesándose activamente por sus preocupaciones; en esto
es fundamental una buena comunicación en el grupo, la claridad de
conceptos, un buen feedback; la comunicación clara resulta fundamental,
facilita la captación por parte de los demás integrantes del grupo.-
2.
Ayudar a
los demás a desarrollarse. Percibir las necesidades de desarrollo de los
demás y fomentar su capacidad.-
3.
Aprovechar la diversidad. Cultivar las oportunidades a través de
personas distintas. Se observa una oportunidad de crear un medio donde
las personas de orígenes diversos puedan prosperar, enfrentando los
prejuicios y la intolerancia.- El enriquecimiento que produce una buena
comunicación con personas de diversas culturas u orígenes, beneficia en
definitiva al grupo.-
4.
Conciencia política. Interpretar las corrientes políticas y sociales de
una organización.-
Héctor FAINSTEIN (1) al
hacer referencia a las funciones del conductor de un equipo de trabajo,
hace una referencia sutil, tácita, a la empatía, dado que manifiesta
como funciones del conductor de un equipo de trabajo: el conocer a los
integrantes del equipo, haciendo referencia a su historia personal, sus
experiencias, sus expectativas, sus fortalezas y debilidades, sus
relaciones con otros integrantes, actitudes, formas de enfocar
problemas, sus reacciones afectivas y para afrontar nuevas experiencias,
su capacidad para la productividad del equipo. También se hace
referencia a la importancia de un lenguaje común, es decir a una
comunicación fluida, un buen dialogo entre los integrantes del equipo.
Destaca el alejarse del estilo mecanicista, haciendo referencia al buen
ambiente que se crea rescatando el buen humor y la alegría en el equipo.
op. cit.
La empatía o el radar
social, será mas útil, en el caso que lo aplique, en especial, el líder
del equipo, dado que es el iniciador, el conductor, del mismo, quien
deberá captar las diferencias, conflictos o problemas personales que se
producen en cualquier grupo humano. Todos los integrantes,
individualmente traen al equipo sus propios problemas, que en alguna
manera surgen en la relación laboral, quizás no directamente, pero si
afectando en definitiva su labor. Es necesario el buen dialogo, la
capacidad del conductor de tomar distintos roles en la medida que los
mismos sean necesarios para afrontar las distintas situaciones que se
van produciendo entre los integrantes del equipo.-
El líder del grupo,
tendrá la responsabilidad de saber matizar sus roles, con humor,
severidad, comprensión, etc., esto resultara fundamental para la
interpretación de los integrantes del equipo, eso es lo que son, un
equipo, formado por distintas personas, cada una con sus distintos
bagajes de conocimientos, experiencias personales, miedos, etc..
El tomar conocimiento
de estos, por parte del líder, saber manejarlos, de manera tal que
enriquezcan al grupo y mejore su rendimiento y capacidades y aptitudes
personales, es el desafío para el líder.
A su vez, el líder del
grupo debe trasladar estos roles, adaptativos o correctivos de conductas
o sentimientos contrarios a los intereses del equipo, a los propios
integrantes del mismo, debiendo con esto prever, que del equipo deben
surgir nuevos lideres, procurando con esto no crear una dependencia del
líder. Todos los integrantes deberán intentar exteriorizar su
inteligencia emocional, para así transmitir esto a los equipos en los
que ellos serán líderes.
El no comprender a los
integrantes del equipo, traerá aparejado al líder, el no interés de los
mismos en el trabajo, los cuales realizaran la tarea sólo porque deben
hacerlo, por el salario, extinguiendo de esta manera el interés
personal, y la satisfacción propia por una tarea bien realizada. Esta
actitud se convertirá con el tiempo en una forma de apatía o desinterés
por el grupo y su labor, ya no será algo placentero, redundando todo
esto en el logro de los objetivos del equipo.
(1) op. cit.
LA COMUNICACION.
Uno de los tantos
estudios realizados en EE.UU sobre Inteligencia Emocional detecto que
las tres aptitudes mas buscadas en los administradores de empresas son
la habilidad para comunicación, para las relaciones interpersonales y la
iniciativa. Nuestras emociones nos indican en que concentrar la
atención, cuando actuar. Son captadores de atención que actúan como
advertencia ante situaciones potencialmente conflictivas. Se trata de
mensajes que transmiten información crucial sin poner necesariamente los
datos en palabras. Las emociones son un método de comunicación
hipereficiente.
La economía emocional
es la suma de intercambios de sentimientos entre nosotros y cada
encuentro se puede evaluar en una escala (de lo emocionalmente tóxico a
lo nutritivo). Aunque esta operación es esencialmente invisible puede
traer enormes beneficios al nivel de vida de un equipo.
La aptitud de la
influencia es muy importante en la comunicación. Las personas que no
consiguen conectarse emocionalmente con su equipo no logran trasmitir
mensajes claros. La verdadera influencia, como aptitud positiva, es muy
diferente al afán de triunfar a cualquier costo. El poder que incluye
esta aptitud se socializa y entra en armonía con las metas colectivas
del equipo, en vez de limitarse a la conveniencia personal.
La comunicación es una
de las aptitudes que conforman la inteligencia emocional en si misma.
Para algunos gerentes
es un e-mail, para otros un teléfono directo al despacho pero la
importancia es enorme y simplifica el dilema de todo jefe: ¿Me están
diciendo lo que necesito saber o solo lo que quieren que sepa?
Las personas que poseen
esta aptitud saben escuchar a los miembros del equipo y comparten
información, fomentando el intercambio de ideas y captando los tonos
emocionales del grupo. Esta característica permite saber comunicar no
solo con palabras sino con toda la expresión corporal, teniendo en
cuenta que las propias emociones del emisor van a influir (y por ende
hay que saber dominarlas) en el receptor.
Cuando uno mantiene
abierta la comunicación, abre la posibilidad de obtener lo mejor del
equipo: su energía y su creatividad.
EL LIDERAZGO.
"Liderar es dar
energía". El modo en que influye el líder en las emociones del grupo es
clave para la energía del mismo. El arte del liderazgo no consiste en el
cambio por si solo sino en la manera de implementarlo. Un leve cambio en
la expresión facial o el tono de voz del líder puede tener muchísimo
impacto en el equipo.
En contraste con el
poder y la autoridad formal brindada por la empresa, el líder debe
poseer la aptitud de la influencia para ser tal.
Las personas con esta
capacidad, saben percibir y hasta prever la reacción que su mensaje
causará, por lo tanto pueden conducir a todos hacia la meta buscada.
Los líderes deben
poseer la aptitud del manejo de conflictos. Saber manejar con tacto
situaciones tensas y personas difíciles o detectarlas antes que se
generen es una de las aptitudes emocionales más importantes requeridas
para liderar en los equipos de trabajo exitosos. Las personas dotadas de
esta característica saben cambiar de roles según las necesidades que
surgen de la negociación, desde iniciadores y coordinadores hasta
dinamizadores, conciliadores o estimuladores. Esta aptitud es vital
porque toda negociación lleva una carga emocional y el que sea más
"inteligente emocionalmente" poseerá una ventaja clave sobre la otra
parte.
El liderazgo es uno de
los elementos componentes de la inteligencia emocional. Se basa en
inspirar y guiar a los individuos o grupos despertando entusiasmo,
orientando el desempeño del equipo y poniéndose a la vanguardia.
Pero no todo son rosas
en la vida, también existen desventajas. La facilidad con que las
emociones se extienden del líder al grupo puede generar lo que Goleman
denomina "incontinencia emocional", refiriéndose a emociones
destructivas que pueden filtrarse de arriba hacia abajo en el caso de un
liderazgo arrogante o arbitrario logrando la desmoralización de la
gente. Pero vale aclarar que una característica del líder firme es la
capacidad de decir que no con decisión, sin por eso desmotivar.
Un líder fuerte no
actúa como cerebro del grupo ni toma decisiones autónomas sino que
coordina y estimula para lograr el consenso. Cuando el líder expresa su
idea demasiado pronto puede llegar a producir un efecto "tiene razón, no
opinemos" en sus
miembros por lo que es conveniente que no opine de entrada. En este
sentido, los jefes de equipo lideran mejor cuanto menos lideran.
Cada aptitud emocional
interactua con las otras. Estas pueden constituir aprox. el 60% de los
ingredientes para un desempeño estelar de un individuo , pero en el caso
de un líder las empresas consideran que practicamente del 80-100%. El
liderazgo es casi por entero inteligencia emocional.
LA COOPERACION Y
COLABORACION.
En el mundo moderno
sobran tecnologías, capital y empresarios pero faltan buenos equipos. Es
crucial para la existencia de equipos que además de existir inteligencia
y pericia exista inteligencia emocional.
La colaboración
se relaciona con la inteligencia social, saber aprender entre todos y
de todos. Para esto se requiere inteligencia emocional. Un
experimento realizado en la universidad de Cambridge clarifica el tema.
De un análisis de 120 equipos gerenciales simulados que debían tomar
decisiones en nombre de una empresa, se demostró que las mejores
decisiones no las tomaban los equipos formados por personas dotadas de
alto coeficiente intelectual sino los menos brillantes
"individualmente". Esto se debió a que los más inteligentes perdían
tiempo en el debate competitivo demostrando sus facultades académicas y
ninguno se preocupaba por ejercer las demás funciones necesarias para la
coordinación del equipo: planificación, recolección de información,
elaborar un plan de acción, etc.
La inteligencia grupal
es abrumadoramente mayor que la suma de las individuales si los
integrantes poseen inteligencia emocional y pueden relacionarse de
manera fluida. Al existir un estado de armonía interna en el equipo,
éste multiplica su potencial y aprovecha al máximo la capacidad de sus
miembros. Cada uno de nosotros tiene solo una parte de la información o
experiencia que necesita para realizar la tarea. Las aptitudes de la
inteligencia emocional (colaboración y cooperación, habilidades de
equipo, empatía, comunicación, etc.) favorecen el proceso de crecimiento
de la inteligencia grupal en el equipo. Si uno pregunta a los
triunfadores como aprendieron lo que saben, seguramente dirán: "Casi
todo lo que sabemos lo aprendimos los unos de los otros". Eso requiere
además de inteligencia cognitiva, inteligencia social.
Muchos son los
elementos que tienen importancia para la efectividad de los equipos de
trabajo pero sin duda que el elemento "humano" es el mas importante. Así
como el factor técnico se relaciona con el coeficiente intelectual, el
factor humano lo hace con la "inteligencia emocional".
Las personas dotadas
con la aptitud de colaboración promueven un clima amigable de trabajo
compartiendo información y recursos y equilibrando la tarea con las
relaciones personales. Esto se traduce en el valor de un espíritu
cooperativo, gente que se divierte trabajando, comparte y bromea, lo que
le brinda un capital emocional que le permite destacarse en los buenos
momentos y sobresalir de los malos. La construcción de relaciones
colaboradoras y fructíferas se debe iniciar en el nivel más básico de la
empresa: con las parejas de las que formamos parte en el trabajo.
Una aptitud muy
importante que tiene que ver con los equipos de trabajo: las capacidades
de equipo.
La ventaja principal de
utilizar equipos
es quizás su potencial económico. El aumento de la productividad
es enorme. Pero las ventajas siguen al plano personal: la gente se
siente más satisfecha con la combinación de cooperación y autonomía
ofrecida por los equipos autodirigidos.
La inteligencia
emocional permite que se fomente el debate abierto y riguroso y que los
integrantes realicen un examen critico de las suposiciones de ellos
mismos. Ese
nivel de apertura es una cuestión de fuerte contenido emocional que
divide la fina línea entre llegar a una solución o terminar todos
peleados en una reunión de acalorada discusión.
La conclusión: si las
discusiones se sobrecargan de emociones se perjudica la calidad de las
decisiones.
La clave: las aptitudes
emocionales tales como conocimiento de uno mismo, empatía y
comunicación, o sea, lo bien que discuta es equipo.
Hablábamos al iniciar
esta segunda parte, de los cambios ocurridos en los últimos años y uno
de ellos era la necesidad de adaptación al cambio.
Una aptitud emocional
que se relaciona con esta situación es la de catalizador del cambio.
Los lideres del cambio
no son necesariamente innovadores pero saben reconocer el valor de una
idea novedosa. No ordenan ni dirigen sino que
inspiran (en lo
intelectual y en lo emocional). Movilizan a la gente despertando
emociones con respecto a su trabajo.
EL CONSENSO.
Aunque la búsqueda de
consenso es crucial, se la ignora en grado sorprendente. Esto se
corrobora en un estudio sobre decisiones estratégicas en empresas
estratégicas de Estados Unidos, donde más de la mitad no fueron
aplicadas. Esto se debe a que al no haber consenso le falta sustento a
la decisión para que todos depositen su fuerza interna en ella y crean
en implementarla. Los jefes que quieren imponer este tipo de decisiones
tienen todas las de perder. Aptitudes como influencia, empatía,
colaboración o comunicación son necesarias para lograr el consenso en un
grupo y que luego el mismo implemente la decisión tomándola como una
meta compartida o una misión o dirección.
Muchas veces los que
manejan una marca no se hablan con los encargados de otra y ni hablar de
probar juntos productos novedosos. El poseer inteligencia emocional no
solo beneficia al equipo conformado explícitamente por objetivos
específicos sino que dinamiza la relación entre distintos integrantes de
la organización los cuales forman un equipo mucho mayor (o "EL equipo")
y logra que la empresa avance en sus metas finales o que encuentre
alternativas originales a problemáticas generales como un estancamiento
del mercado.
PROGRAMAS DE DESARROLLO
DE IE
A veces se siente la
necesidad de mejorar algunas condiciones o procesos básicos que están
interfiriendo en el logro de las metas organizacionales. Esto es debido
a que existe en la organización un conjunto de síntomas que inducen al
gerente a creer que la eficacia del personal no es normal como
consecuencia de:
·
una
pérdida de producción
·
una baja
en los resultados,
·
apatía y
falta de interés general,
·
confusión
acerca de las organizaciones y,
·
quejas
por parte de los usuarios o clientes de la calidad del servicio.
Mucho tiene que ver en
esto la aptitud emocional de las personas intervinientes. Esta aptitud
emocional es el ingrediente oculto en el éxito o fracaso de las
relaciones, por lo tanto, a veces es necesario un programa que permita
fortalecer la aptitud emocional de las personas integrantes de la
organización, antes de iniciar un programa de desarrollo de equipos de
trabajo.
Una persona
emocionalmente apta conserva la confianza, es dúctil en la adversidad y
actúa a partir de sus principios y valores básicos. Por ello si ponen
corazón en el trabajo serían más convincentes.
Por lo tanto, a veces
resulta necesario un programa que permita fortalecer la aptitud
emocional de las personas, concentrado básicamente en el
autoconocimiento, en el comportamiento interpersonal y en la capacidad
de tolerancia; ya que se demostró que si se los ayuda a vérselas con sus
emociones, tendrán más éxito profesional sin comprometer los valores
personales.
Si bien la inteligencia
emocional se desarrolla con la edad y la experiencia, la aptitud
emocional se puede aprender a cualquier altura de la existencia humana.
Las aptitudes son un
manejo de hábitos coordinados; lo que pensamos, sentimos y hacemos para
ejecutar una tarea. Para reemplazarlos con otros más efectivos se
requiere la suficiente práctica de estos últimos y la inhalación del
malo, a fin de que el circuito neutral de la conducta anterior acabe por
extinguirse, y se fortalezca la conducta más apta.
El error que comúnmente
cometen las organizaciones es tratar de inculcar una aptitud emocional
utilizando las mismas técnicas que sirven para enseñar a trazar un plan
comercial. Alterar un hábito basado en la inteligencia emocional
requiere una estrategia totalmente nueva.
Generalmente, se piensa
en un programa de desarrollo de equipos como un proceso de revitalizar
la estructura total, dejando de lado las aptitudes emocionales de los
miembros. Sin embargo, el conocimiento personal de cada uno resulta ser
fundamental.
Ante la falta de normas
y medidas disponibles para la preparación de habilidades emocionales, se
estudió un programa de capacitación ejemplar a fin de enseñar aptitudes
basadas en la inteligencia emocional.
Este programa
fortalecería:
la toma de
perspectivas, para aprender a pensar como el empleador, la confianza en
uno mismo, la crucial convicción de que es posible triunfar, sin la cual
no se puede siquiera hacer el esfuerzo, el trabajar en redes, puesto que
la mayoría de los empleos se consiguen mediante contactos personales, la
toma de decisiones en cuanto al manejo de la carrera: no siempre el
primer ofrecimiento es el que debemos aceptar: es necesario evaluar
cualquier posible empleo según nuestros valores y nuestros objetivos
laborales, el autodominio emocional, para no dejarse abrumar y
paralizar por sentimientos perturbadores, lo cual dificultaría el duro
esfuerzo necesario.
Los puntos sobresalientes en todo programa de capacitación de aptitudes
emocionales deben resaltar: la evaluación del trabajo: la capacitación
debe concentrarse en las aptitudes que más se necesitan para destacarse
en un empleo o trabajo dado, la evaluación del individuo: se debe
utilizar un perfil de puntos fuertes y débiles del individuo, a fin de
identificar lo que es necesario mejorar,
medir la disposición: si alguien no tiene disposición lo más probable
resulte que la capacitación resulte inútil,
la motivación: la gente aprende en la medida que está motivada, sino
deja de ser efectiva; hacer que cada uno dirija su cambio: ajustándolo
a sus necesidades, circunstancias y motivación, ya que los programas de
talla única no sientan bien a nadie; concentrarse en objetivos claros y
factibles: la gente necesita saber con claridad en que consiste la
aptitud y que pasos son necesarios para mejorarla; brindar crítica
constructiva sobre el desempeño: la crítica positiva fomenta el cambio y
ayuda a dirigirlo; alentar la práctica: un cambio duradero requiere una
práctica constante, en el trabajo y fuera de él; dar aliento: el cambio
será mayor si el ambiente de la organización sustenta el cambio, valora
la aptitud y ofrece una atmósfera segura para la experimentación;
apuntalar el cambio: la gente necesita reconocimiento, sentir que sus
esfuerzos por cambiar tienen importancia; la evaluación: establecer
sistemas para evaluar el desarrollo, a fin de ver si tiene efectos
duraderos. Cada elemento es necesario para un aprendizaje efectivo,
aumenta en la medida en que forme parte de un proceso que incluya a los
otros.
Y EN LAS
ORGANIZACIONES. QUE PASA?
La declaración de
objetivos de una organización cumple una función emocional: articular
cierto sentido de bondad que, compartido, nos permite pensar que estamos
haciendo juntos algo valedero. Para saber cuáles son esos valores
compartidos se requiere conocimiento de uno mismo elevado al plano
corporativo. Así como cada persona conoce su perfil de virtudes y
debilidades en diferentes áreas de competencia, así también ocurre con
las organizaciones. Muchas organizaciones están convencidas de que hacen
estas evaluaciones mediante encuestas internas sobre satisfacción
laboral, compromiso y cosas parecidas. Pero lo cierto es que estas
herramientas comunes suelen fallar. Imaginemos la ventaja que llevan las
compañías donde se cultivan estas aptitudes y los problemas para las que
no lo hacen. Pueden crear tres tipos de aptitudes: el autoconocimiento,
el buen manejo de las emociones y el afán de triunfo.
Toda organización tiene
una zona característica de experiencia colectiva (de sentimientos
comunes e informaciones compartidas) que permanece inexpresada (o de la
que se habla sólo en privado); por lo tanto, cae en el abismo de lo que
equivale a un punto ciego de la organización.
Las reglas que indican
qué se puede expresar en el trabajo y qué no, forman parte del contrato
implícito que impone cada organización. Respetar estas reglas es el
costo de formar parte de la familia empresaria.
El miedo, que no es
irrazonable, nos ata al silencio. Cualquiera puede ver el destino que
corren los que, dentro de una organización, revelan públicamente sus
malos actos. La mayoría cae víctima de la organización: en vez de
recibir gratitud, se los despide y son víctimas de persecuciones y
pleitos. Ellos cometen el peor de los pecados: decir lo indecible. Y su
expulsión envía un tácito mensaje a los demás: "Respetar la complicidad,
si no quieren, perder el puesto".
Para contrarrestar esto
hay que formar una organización más honrada y abierta en sus
comunicaciones internas. Esto requiere una atmósfera donde se aprecie la
verdad y que se ocupe de escuchar todas las facetas de una cuestión.
Pero ese debate sólo es posible si la gente se siente en libertad de
expresar su opinión sin miedo al castigo, la venganza o el ridículo.
Los líderes que no
saben alentar a que la gente les lleve sus inquietudes y sus preguntas,
incluidas las noticias inquietantes, se exponen a tener problemas.
En la actualidad hay
muchas organizaciones que logran que su gente se esfuerce tanto porque
ofrece grandes recompensas: paga más que ninguna otra. Esto hace que los
empleados lleven una vida vertiginosa y un ritmo frenético, lo cual
perjudica su vida, su moral y su salud.
Pocas organizaciones
reconocen la medida en que ellas mismas generan el estrés. Lo habitual
es culpar a la víctima. Uno de los síntomas del agotamiento es la caída
de la eficiencia y de la capacidad de realizar hasta las tareas
rutinarias. Si eso se produce es inevitable que el desempeño de la
organización se perjudique.
Es mucho lo que una
empresa puede hacer para protegerse (y proteger a sus empleados) de los
costos del agotamiento. Seis maneras primordiales por las que la
organización desmoraliza y desmotiva a sus empleados:
Sobrecarga laboral.
Demasiado trabajo que hacer, en muy poco tiempo y con escaso apoyo. El
aumento de trabajo reduce el tiempo libre que la gente podría dedicar a
recuperarse. El cansancio se acumula y el trabajo se perjudica.
Falta de autonomía. Ser
responsable de la tarea, pero con escaso poder de decisión sobre cómo
realizarla. El mensaje emocional que reciben los trabajadores es que la
compañía no respeta su criterio ni su habilidad innata.
Recompensas magras.
Recibir muy poca paga por más trabajo. Otra pérdida de recompensa es
emocional: la sobrecarga de tareas, sumada a la escasez de control y a
la inseguridad laboral, despojan al trabajo de su placer intrínseco.
Pérdida de vínculos.
Creciente aislamiento en el trabajo. Las relaciones personales son el
aglutinante humano que torna excelente a un equipo. Las asignaciones de
tareas hechas al azar disminuyen la sensación de compromiso con el grupo
laboral.
Injusticia. Falta de
equidad en el trato a la gente. La falta de justicia crea resentimiento,
ya sea por desigualdades en la retribución o en la carga de trabajo, por
la falta de atención a las quejas o por políticas autoritarias. El
resultado es cinismo y alienación, junto con la falta de entusiasmo por
los objetivos de la empresa.
Conflicto de valores.
Contradicción entre los principios de una persona y las exigencias de su
trabajo. Ya sea que el trabajador se vea obligado a mentir para efectuar
una venta, a eliminar un control de seguridad para terminar a tiempo o,
simplemente, a utilizar tácticas maquiavélicas para sobrevivir en un
medio cruelmente competitivo, el costo lo sufre su sentido de la moral.
El resultado neto de
estas malas prácticas empresarias es fomentar el agotamiento crónico, el
cinismo y una pérdida de motivación, entusiasmo y productividad.
Aprender a expresar lo
que pensamos y sentimos sin decirlo en voz alta, nos permite comprender
los sentimientos y supuestos ocultos, que pueden crear resentimientos
inexplicables y desconcertantes bloqueos. Además de requerir
autoconocimiento para rescatar esos pensamientos ocultos, la tarea
depende de otras aptitudes emocionales: la empatía y habilidades
sociales.
La falta de diálogo,
confianza y franqueza en una organización puede darse por:
El miedo a equivocarse
hace que la gente retenga información.
La necesidad de control de los jefes impide que la gente del equipo
aproveche sus habilidades.
El recelo está muy extendido; cada uno piensa que los otros no ayudan y
no son dignos de confianza.
Aquí se torna esencial la inteligencia emocional. Para lograr que un
grupo de trabajo supere el miedo, las luchas de poder y el recelo se
requiere un reservorio de confianza y afinidad.
La organización como un
todo tiene una especie de "inteligencia", al igual que los grupos y los
equipos que la componen. Inteligencia es la capacidad de resolver
problemas, enfrentar desafíos o crear productos apreciados.
La teoría de sistemas
nos dice que, en un ambiente de cambio turbulento y competencia, la
entidad más adaptable será la que absorba más información, la aproveche
más plenamente para aprender y responda con más agilidad, creatividad y
flexibilidad.
Tanto el trabajo como
el aprendizaje son sociales. Las organizaciones son "redes de
participación". Para lograr un desempeño efectivo en los trabajadores
del conocimiento, la clave está en inyectar entusiasmo y compromiso, dos
cualidades que las organizaciones pueden ganar, pero no imponer.
Es aquí donde entra en
juego la inteligencia emocional. El nivel colectivo de inteligencia
emocional de una organización determina el grado en que se realice su
grado de capital intelectual y su desempeño general. El arte de
maximizar el capital intelectual consiste en orquestar las interacciones
de las personas cuya mente contiene ese conocimiento y esa experiencia.
Cada vez son más las
empresas que buscan una mayor inteligencia emocional, aunque no utilicen
ese término. Esta aptitud colectiva no es una mera evaluación blanda:
tiene duras consecuencias.
El argumento más
potente a favor de la ventaja económica de la inteligencia emocional en
las organizaciones es el manejo de su gente:
Equilibrio entre los
aspectos humanos y financieros en los planes de la compañía. Compromiso
orgánico con una estrategia básica. Disposición a estimular mejoras en
el desempeño.
Comunicaciones abiertas
y fortalecimiento de la confianza en todos los participantes.
Fortalecimiento de las relaciones internas y externas que ofrezcan
ventajas competitivas. Colaboración, apoyo y compartir recursos.
Innovación, aceptación de riesgos y aprendizaje en común. Pasión por la
competencia y el perfeccionamiento constante. Tal como sucede con los
individuos, se puede considerar que las aptitudes orgánicas responden a
tres categorías: capacidades cognitivas, en el sentido de manejar bien
el conocimiento, pericia técnica y manejo de activos humanos, lo cual
requiere aptitudes sociales y emocionales.
Toda organización es
como un organismo: tiene un momento de nacimiento, un crecimiento, a
través de diferentes etapas de desarrollo, una maduración y, finalmente,
un fin.
Es probable que las
aptas sobrevivan. Desde luego, hay numerosos agentes patógenos que
pueden resultar fatales para una compañía: convulsiones sísmicas en los
mercados, una visión estratégica miope, absorciones hostiles,
tecnologías competitivas no previstas y cosas similares. Pero una falla
de inteligencia emocional puede ser crucial para hacer que una compañía
sea vulnerable a lo otro; es el equivalente corporativo de un sistema
inmunológico debilitado.
Si una empresa tiene
las aptitudes que brotan del conocimiento de uno miasma y la
autorregulación, motivación y empatía, habilidad de liderazgo y
comunicación abierta, es probable que sea más adaptable a lo que el
futuro traiga. El incremento de las presiones competitivas otorga nuevo
valor a las personas automotivadas, que tienen iniciativa, deseos de
esmerarse y optimismo suficiente para tomar con calma los contratiempos
y los obstáculos.
Además, está el desafío
de proporcionar liderazgo: las capacidades que los líderes necesitarán
en el próximo siglo diferirán radicalmente de las que se aprecian en la
actualidad. Hace una década no figuraba en el radar aptitudes tales como
la activación de cambios, la adaptabilidad, el aprovechamiento de la
diversidad y la capacidad de trabajar en equipo. Ahora cada día
interesan más.
La inteligencia
emocional es ahora tan crucial para el futuro de las próximas
generaciones como la preparación académica.
Las empresas más
visionarias empiezan a comprender que también a ellas las afecta la
educación que las escuelas estén brindando a sus futuros trabajadores.
La demanda de
inteligencia emocional no puede menos que subir, según las
organizaciones dependan cada vez más de los talentos y creatividad de
trabajadores que son independientes.
La creciente
popularidad de las telecomunicaciones está acelerando esta tendencia. La
autonomía sólo funciona si va de la mano con el autodominio, la
confiabilidad y la escrupulosidad. Y según la gente trabaje menos "para
la empresa" y más para sí misma, se requerirá inteligencia emocional
para mantener las relaciones vitales para la supervivencia de los
trabajadores.
En el mundo empresario
pueden surgir esos grupos, cada uno con una mezcla especializada de
talento y experiencia, dentro de la organización y más allá de ella,
según lo requiera la necesidad, y dejar de existir una vez cumplida la
tarea.
Esos equipos virtuales
pueden tener una agilidad especial, pues no los dirige alguien que
tiene, por casualidad, el título de jefe, sino quienquiera tenga la
capacidad requerida. En muchas organizaciones proliferan ya los grupos
ad hoc para un proyecto y las fuerzas de tareas; otras empresas, para
crear capacidad latente para esos grupos, hacen que la gente se reúna a
charlar y a compartir información e ideas.
La buena noticia es que
la inteligencia emocional se puede aprender. En el plano individual, es
posible identificar, evaluar y aumentar los elementos de inteligencia
emocional. En el plano grupal, significa afinar la dinámica
interpersonal que torna más inteligentes a los grupos. En el plano
empresario, revisar la jerarquía de valores para dar prioridad a la
inteligencia emocional, en los términos concretos de contratación,
capacitación y desarrollo, evaluación de desempeño y ascensos.
Sin duda alguna, la
inteligencia emocional no es una varita mágica; no garantiza una mayor
participación en el mercado ni un rendimiento más saludable.
En los años venideros,
las empresas cuya gente colabore mejor tendrán ventaja competitiva, por
lo que la inteligencia emocional será más vital.
Y según el mundo
cambie, estas aptitudes humanas pueden ayudarnos, no sólo a competir,
sino también a alimentar la capacidad de encontrar placer y gozo en el
trabajo.
CONCLUSION DEL EQUIPO
Si bien la inteligencia
emocional es un concepto que sabemos, existe en la vida cotidiana,
relacionada puntualmente en el orden laboral, en la relación con
nuestros jefes y subalternos, este trabajo nos ha permitido considerar
en estas líneas los elementos tácitos necesarios para lograr el éxito en
la carrera profesional.
Consideramos que tener
presentes estos conceptos puede ser fundamental en nuestra carrera
profesional, especialmente si nos toca liderar equipos de trabajo.
La cultura
organizacional actual y la globalización obligan a las personas a
relacionarse con gente de diversas personalidades para lograr resultados
conjuntos.
Aquí es donde tener
conciencia de lo que es la Inteligencia Emocional puede brindar ventajas
ante una eventual competencia por un puesto de trabajo.
En una época en la cual
la comunicación persona a persona es escasa, en el sentido de las
emociones personales, se dejan atrás las angustias, temores o cosas que
simplemente les pasan a los miembros del equipo, perjudicando con ello
el rendimiento del grupo. Socialmente en la Argentina, esto se ve
reflejado en el incremento en el número de personas que viven solas.
Bibliografía.
Héctor N. Fainstein "La
Gestión de Equipos Eficaces", Organizaciones del Siglo XXI – Ediciones
Macchi 1997 – Buenos Aires - Argentina
William Dyer "Formación de equipos – Problemas y alternativas" – Addison/
Weiley Iberoamericana 1988 – Wilmington, Delaware, EEUU.
Daniel Goleman "La Inteligencia Emocional en la Empresa" – Javier
Vergara Editor 1999 – España.
Lapassade "Análisis Institucional" - 1962.
AUTORES: Cillereuelo,
Augusto, Grafigna,Oscar, Rodriguez, Gerardo, Martinez, Ruben, Tichauer,
Gonzalo, Rodriguez Lupo, Nahuel
DOCENTES: Héctor Fainstein y Ricardo Pasik. Cátedra Dr. Héctor Fainstein.
Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Buenos Aires
Tomado de:
http://www.capitalemocional.com/articulos/iemoet.htm
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