¿estudiar o no estudiar?
   Consejos para estudiar

  Algunas razones para estudiar

  Cómo controlar los ataques de ansiedad y

     stress durante la época de exámenes

  Recomendaciones para el estudio de textos científicos, preparar y rendir exámenes.

  Estudiar y aprender

  Cómo estudiar. El resumen.

  Reflexiones sobre "El Estudio" y

    el "Arte de Estudiar":  

    Las técnicas de estudio 

  Otros links muy interesantes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Cómo controlar los ataques de ansiedad y stress durante la época de exámenes

 

adaptado de la página:

http://www.altillo.com/articulos/stress.asp

 

Cómo controlar los ataques de ansiedad y stress durante la época de exámenes
Doctora Sonia Ema Martí. Mendoza. Argentina.

 

 Comer, beber, fumar. No, no nos referimos a una fiesta ni a una cena tranquila, sino a los tres hábitos más típicos que

acompañan a las vísperas de un examen.
Parece ser que existe una relación inversamente proporcional entre los días que quedan para la prueba y la cantidad de

café, cigarrillos y comida que consumimos. Así, a menor cantidad de días, mayor desmesura. Fumamos como murciélagos,

bebemos café como si fuera el último, y nuestro estómago adquiere dimensiones insospechadas. Algunos estudiantes

 lo padecen todo. Otros no comen y se llenan con café o té. Si eres fumador, fumarás como nunca. Parece imposible de

 controlar. ¿Por qué?

 

Causas
La ansiedad es un estado emotivo que surge generalmente frente a una situación imaginaria, anticipando los resultados.

Tiene que ver con la incertidumbre frente a lo que puede llegar a ocurrir y que todavía no conocemos. Así, mientras estudiamos,

está presente a cada minuto la cara del profesor, imaginamos qué preguntas hará, nos imaginamos contestando bien o mal,

imaginamos que nos aplazan, que nos preguntan algo que no sabemos o que por algún motivo hemos olvidado. 
El temor a no aprobar, o al hecho mismo de tener que dar un examen, es la causa, en este caso, del aumento de la ansiedad

y el stress, y el afán de descargar de alguna manera el monto de la misma se realiza a través de alguna conducta motora, que

 a veces pasa por las tendencias orales. Así como cuando eras bebé te chupabas el dedo o eras adicto al chupete, de grande

te metes otras cosas a tu boca.
En muchos casos no hemos llevado la materia al día, es decir que no la hemos ido estudiando durante el cursado y los ratos

libres. Entonces debemos incorporar todos los conocimientos rápidamente para dar el examen. Esta situación genera una gran

 carga de nerviosismo y estrés, que disparan el stress y la ansiedad.

Las viejas excusas del ansioso
"Tomo café para mantenerme despierto." "Estudiar me da hambre". "No puedo no fumar".
Mitos. Vamos a ver qué podemos hacer para erradicarlos.

Cambiar de hábitos


El café
Si bebés café para no quedarte dormido intenta estudiar en otros horarios. Si no trabajas, puedes aprovechar la mañana en lugar

de quedarte hasta altas horas de la noche estudiando. Hay quienes dicen estudiar mejor de noche, pero a la larga se quejan de

 insomnio y de un terrible dolor de estómago. Si no quieres dejar el hábito del café, disminuidlo de a poco. Reemplázalo por agua

 o por alguna bebida que no contenga cafeína. Los jugos de frutas son una buena idea.

 

El tabaco
Un día normal de estudio saca la cuenta de cuántos cigarrillos fumaste y tal vez te horrorices al saber el resultado. Es difícil

dejar de fumar, todos lo sabemos. Pero no es cierto que "no puedes no fumar". Si no estás dispuesto a dejar el hábito, al menos

intenta disminuirlo. No fumes durante la mañana: el cuerpo a esa hora necesita reponer vitaminas y fuerzas, y con el tabaco

se las quitas. A algunas personas les funciona masticar chicle cada vez que tienen ganas de encender un cigarrillo.

La comida
Sé sincero: no es hambre lo que tienes, sino puras ganas de comer. Intenta lo siguiente: en lugar de atacar la heladera y comer

hasta reventar, Prueba distribuir los alimentos en seis comidas moderadas al día y proponte respetar los horarios de cada una.

Si en medio de un texto complejo te dan ganas de comerte un chocolate gigantesco, intenta comer uno pequeño, o mejor,

reemplaza todos los alimentos pesados y grasosos por frutas. Es notable, además, que a muchas personas se les quitan las

ganas de fumar o tomar café cuando consumen varias frutas al día.

 

Otros consejos


Los recreos
Es indispensable levantarse de la silla de cuando en cuando y despejar tu mente. Algunos dejan de estudiar 10 minutos cada

hora; otros estudian dos horas seguidas y se toman un descanso de media hora. Prueba qué tipo de recreo te sienta mejor.

No te quedes en la misma habitación, salí a dar una vuelta, charla con un amigo, tírate a escuchar música. En ese tiempo

procura pensar en cualquier cosa, menos en el examen.

 

El compañero de estudio
Si conoces a alguien que te cae bien y que tiene tu mismo ritmo de estudio, pueden juntarse a preparar la materia. De a dos

es mucho más fácil paliar la ansiedad y los nervios. El diálogo, el intercambio de ideas, las bromas, y, en fin, sentirte

acompañado por alguien que está pasando por lo mismo que vos puede ser muy beneficioso para ambos.

 

Respeta tus tiempos
En ocasiones queremos sacar la materia cuanto antes, pero en un intento por aprender el contenido de diez libros en una

semana terminamos agotados física y mentalmente, frustrados, fastidiados, y no damos un buen examen. Lo óptimo es llevar

la materia al día, así la preparación para el examen no se convierte en un penoso curso de estudio acelerado. Pero esto no

siempre es posible. Entonces fíjate metas: "este mes no rindo nada, pero empiezo a preparar tranquilo Historia Contemporánea

para el mes próximo." O "Epistemología es muy larga, la voy a rendir dentro de dos meses, pero cada noche voy a leer un poco".

Te aconsejamos que leas nuestras "Claves para combatir el estrés" y "Un aplazo no es una caída" para redondear el tema de

los nervios del estudiante.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Consejos para estudiar

 

adaptado de la página:

http://teleline.terra.es/personal/raumar/tecconse.htm

 

 

Tómate estas técnicas en serio.

Si no estás dispuesto a esforzarte a diario es mejor que no sigas leyendo.

Usa un silla cómoda pero no demasiado.

La iluminación ha de ser buena y por la izquierda (si eres diestro). Por ejemplo es buena idea una lámpara con

una ampolleta azul de 60 w . El resto de la habitación ha de tener una luz tenue.

Estudia en tu habitación. No en la cocina, ni en el comedor... Si no tienes sitio en casa búscate una biblioteca

cercana.

La zona de estudio debe estar ventilada. Tus neuronas necesitan oxígeno.

La mesa ha de estar limpia y despejada de aquello que pueda distraerte (tele, equipo de música, juguetes,

revistas, muñecos). Pero el lugar de estudio debe ser agradable.

No se estudia con música. Solo puedes escuchar música suave cuando hagas tareas rutinarias y que no

requieran casi nada de concentración.

Prepara todo aquello que puedes necesitar para luego no tener excusas para levantarte. Bolígrafos, agua, libros...

Es mejor el estudio individual, sobre todo en época de exámenes.

Planifica el estudio: hazte un horario de estudio para diario y uno especial para la semana antes del examen.

Ten tu horario en lugar bien visible.

En el horario, procura alternar ciencias con otras asignaturas. Deja lo más fácil y rutinario para el principio y el

final de las horas de estudio.

Los periodos de estudio serán de unos 50 minutos alternando con 10 minutos de descanso.

 ( No prolongues ni un minuto los periodos de descanso que te fijes). Casi nadie puede estudiar, por ejemplo,

2 horas seguidas sin descansar. Aprovecha los periodos de descanso para: ir al servicio, merendar, llamar a

los amigos, hacer recados.

No abuses de la tele. Si hay algún programa que quieras ver, inclúyelo en tu horario de estudio como un

periodo de descanso.

Si estás inseguro y crees que te faltará fuerza de voluntad, pide a tus padres que te ayuden a cumplir el horario.

Tus padres te pueden ayudar también, por ejemplo, tomándote la lección.

¿Cuánto estudiar a diario?

De 4 a 6 años 15-30 min /día ..................... 3 ó 4 días/semana.

De 7 a 12 años 1-2 h/día................................. 5 días /semana.

De 13 a 18 años 2-3 h/día............................5 ó 6 días/semana.

Estas indicaciones pueden variar mucho según tu capacidad, el número de suspensos, la proximidad de los

exámenes (en época de exámenes estudia todo lo que sea necesario), etc.

Pase lo que pase NUNCA duermas menos de 6 horas por la noche. El cansancio te hará rendir menos en los

exámenes. Si no tienes tiempo para estudiar, planifícate. No hagas creer a tus ingenuos padres que

eres muy estudioso porque te quedas por la noche sin dormir para poder estudiar.

No vale decir: Hoy no tengo que estudiar porque los profesores no me pusieron tarea. Seguro que tienes

esquemas que hacer, repasar temas difíciles, trabajos pendientes, leer libros...

Una buena idea es leerse el tema que el profesor va a explicar al día siguiente. Es muy bueno para alumnos

que les cuesta mantener la atención durante toda la hora de clase porque estarán especialmente atentos cuando

el Profesor explique aquello que no comprendimos en el libro.

Planifica bien los trabajos y no los dejes para el final. Quítatelos de en medio cuanto antes.

Evita que tus amigos llamen durante el estudio. Diles cuáles son tus ratos de descanso para que te llamen en ese momento.

El lugar de estudio debe ser agradable, pero sin motivos de distracción.

Es bueno consultar enciclopedias, Internet u otros textos.

Si pierdes la atención en clase a los 10 minutos, toma apuntes. Así es más difícil despistarse. Además tendrás todo

lo que haya explicado el profesor. Puedes usar abreviaturas, símbolos... Generalmente no recomiendo pasar los apuntes

a limpio porque ese tiempo es más valioso para hacer esquemas o estudiar.

Si ves problemas insuperables pide consejo a un psicólogo. Ir al psicólogo no es estar loco.

 No conviene dejar problemas importantes sin resolver.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Algunas razones para estudiar

 

 

adaptado de la página:

http://www.aepap.org/faqjoven/faqjoven-estpaque.htm

 

 

 

Para estudiar tenemos que estar motivados y esta motivación puede tener un carácter externo o interno al individuo,

en cualquier caso podríamos reflexionar sobre  razones que nos motivarían a estudiar,  para ello vamos a

pensar en distintas situaciones:

 

Hay personas a quienes el acceso al conocimiento les ha sido negado (personas mayores que tú, infancia

 trabajadora....). Ellos se encuentran en franca desventaja para integrarse en la sociedad actual en igualdad de

condiciones al resto de los ciudadanos. Este no es tu caso, eres afortunado por vivir en una sociedad que te

ofrece oportunidades educativas, es decisión tuya beneficiarte de ellas, ¡aprovéchalas!

 

La adquisición de conocimientos y la reflexión sobre los aprendizajes adquiridos ayudan a las personas a forjar un

pensamiento más crítico y autónomo, a crecer personalmente como seres sociales y competentes, a tener ideas

propias y a adoptar un posicionamiento más claro y consecuente ante las diversas situaciones que tarde o temprano

se plantean en la vida.

 

La relación estudio/trabajo bien remunerado/éxito personal/situación social, no siempre está clara, por eso es

necesario encontrar ese equilibrio entre formación para lograr un puesto en la sociedad, que te permita vivir de

forma autónoma e independiente, y la satisfacción y el desarrollo personal que aporta la adquisición de conocimientos.

Las nuevas tecnologías aplicadas a la educación ofrecen la posibilidad de aprender de forma entretenida,

adaptándose a las posibilidades de cada uno, utiliza esta posibilidad no sólo como entretenimiento, también para aprender.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Recomendaciones para el estudio de textos científicos y forma

adecuada de preparar y rendir exámenes.

 

Claudio Brieba, Chile

 

Tomado de la página:

http://www.unap.cl/~cbrieba/estudiar.htm

 


 

Para un estudiante es de suma importancia formarse un hábito de estudio eficiente, pues esto le significará el éxito en la internalización del conocimiento adquirido y le brindará la posibilidad de rendir sus certámenes tranquilo.
 
Estudiar no significa "aprender de memoria" algún tópico específico, pues la memoria es frágil y con toda seguridad que pasado el período de examinación olvidará lo que según él "estudió".
 
El estudiante no debe conformarse con "estudiar" para una prueba o certamen. El estudiante no debe "estudiar" para una nota. Este debe realmente preocuparse de estudiar para aprender, pues así estará manejando la información y las herramientas que utilizará después en cursos superiores y posteriormente en su desarrollo profesional.
 
La presente guía pretende entregar una orientación sobre cómo estudiar en forma eficiente, reconociendo que no existe una norma general, sino que cada persona debe adecuar su propio hábito de estudio. Además, entrega algunos consejos de cómo preparar y rendir un examen en forma adecuada.
 
 
RECOMENDACIONES SOBRE UTILIZACIÓN DE TEXTOS Y LECTURA INDIVIDUAL

Las técnicas que se exponen a continuación están orientadas a crear hábitos de trabajo individual que permitan al estudiante obtener el máximo provecho de sus lecturas individuales. Estas técnicas resumen la experiencia acumulada en el trabajo universitario y se basan en técnicas modernas de aprendizaje científicamente comprobadas.
 
Un texto puede ser una ayuda irremplazable en un curso cuando se le utiliza apropiadamente,  haciendo más fácil  el  aprendizaje  de las materias entregadas en clases.  El material contenido en el texto generalmente agrega al conocimiento adquirido en clases aspectos relevantes y lo capacita para tener una activa participación en cátedra. Además, el familiarizarse con un texto hace que éste se transforme en una fuente de consulta permanente aún después de haber aprobado la asignatura. 
 
Los siete puntos siguientes resumen las técnicas más importantes a tener en cuenta en el desarrollo de las lecturas individuales:
          
1. Dónde estudiar
2. Revise el texto completo.
3. Lea buscando las ideas principales.
4. Cuestiónese a medida que lea.
5. Tome  notas  o  apuntes (subraye sólo si el texto es suyo).
6. Use guías de estudio si están disponibles para el texto.
7. Estudie sin ningún tipo de presión y en forma sistemática.
 
1. Dónde estudiar
Elegir un ambiente apropiado es el primer paso a tener en cuenta para estudiar adecuadamente. Para evitar la dispersión y lograr la concentración deseada, hay que preparase para tener todo a mano y en un clima de armonía. Por ejemplo: hojas para realizar anotaciones, lápices, diccionarios y libros de inmediata consulta. Además, el lugar no debe ser el paso obligado de otras personas. Nadie debe molestar.
 
Demás está decir que el lugar de estudio conviene elegirlo alejado de ruidos molestos y con la ventilación adecuada. La luz es otro aspecto a tener en cuenta. A medida que va atardeciendo, no debe forzarse la vista. Hay que interrumpir la lectura y encender la luz, lo que evitará caer en estados de somnolencia y, por lo tanto, de pérdida de concentración.
 
2. Revise el texto completo
No comience de inmediato a leer el libro a partir de la página uno, haga primero una rápida revisión de todo el libro para obtener una idea global sobre lo que trata. Inspeccione todo el libro.  Vea cómo está organizado.  Fíjese en los títulos de los capítulos y secciones, en las referencias bibliográficas, figuras, resúmenes y otras ayudas metodológicas que el autor haya incluido, a fin de ayudar a la  comprensión y retención de los contenidos o materias.
 
Lea el prefacio. En él, normalmente el autor expone el propósito principal que tenía en mente al escribir el libro. También es frecuente que en el prefacio el autor reseñe sus propios puntos de vista sobre el tema. Ambos aspectos son importantes para ubicar el libro en un contexto más amplio. Piense que sobre una materia existen muchos libros escritos y no todos son iguales. 
 
Mire el último capítulo o las últimas páginas del libro. Generalmente el autor las usa para resumir los temas principales expuestos en los capítulos anteriores, por lo que leerlo antes de estudiar le entrega una sinopsis muy útil.

Cuando deba leer un capítulo asignado como lectura individual, antes de empezar haga una inspección rápida del material.  Busque cualquier encabezamiento o resumen que pueda aparecer.  Tanto resúmenes como la secuencia de títulos y subtítulos entregan pistas útiles sobre las ideas principales que  el autor desea recalcar. Ellos sirven también como guía de estudio.  Fije su atención en los encabezamientos de capítulos y secciones, pues  su disposición en el texto (tamaño de letras, color), a menudo indican cuáles son los tópicos principales, distinguiéndolos de los menos importantes.
 
3. Lea buscando las ideas principales
¿Cómo debe ser concretamente la lectura? En primer lugar, silenciosa. La sugerida lectura "en voz alta" que a veces  elogiaban  nuestros  maestros  tienen  como  objetivos inevitables el  estudio de memoria. Es  decir, un almacenamiento de datos sin fijación de conceptos. Desde otro punto de vista, experiencias recientes demostraron que los mecanismos distintos y complejos de la lectura en voz alta implican que sea mucho más lenta que la lectura en silencio. La lectura en silencio permite concentrar la atención y favorecer todas las técnicas de la lectura habitual.
 
Su lectura debe tener un objetivo principal: "averiguar cuáles son las ideas principales del autor en cada capítulo". Al leer pregúntese constantemente qué es lo que está tratando de decir el autor, en una actitud mental similar a la que tendría si usted estuviera conversando con él. No se fije en los detalles. Concéntrese en las ideas principales y usted descubrirá que recordar los detalles resulta más fácil. Esto resulta así, porque las ideas principales generalmente tienen una relación lógica fácil de entender y recordar. Ellas definen un "esqueleto" conceptual donde podrá ubicar después los detalles. Un texto es conocimiento estructurado.  Para entender  dicho conocimiento usted debe reconocer dicha estructura primero.
 
Lea el capítulo asignado antes de la clase para que le sea posible participar activamente en ésta. Una participación activa en clases le permitirá aclarar sus ideas y dudas. Cuando uno se esfuerza en poner en palabras lo leído, el aprendizaje pasa de un estado pasivo a uno activo: usted participa por primera vez en el  proceso. Los contenidos leídos adquirirán un mayor significado y serán retenidos (recordados) por un tiempo más largo, eliminando prácticamente la necesidad de estudiar a presión para pruebas y exámenes. 
 
Un aspecto muy importante en su propia formación es que la participación activa en clases, le entrega confianza en sí mismo.  Nadie más que usted puede hacer algo a este respecto.
 
Coordine sus lecturas con sus apuntes de clases. Si usted mantiene apuntes completos y ordenados, encontrará que el material leído se hace aún más claro. Un cuaderno de apuntes de clase bien mantenido puede ser una importante fuente de consultas en el futuro. 
Resuma todo lo que ha leído. Después de terminar de leer una página, reformule las ideas principales en su mente y dé un vistazo de nuevo al texto para ver si su formulación era correcta. Antes de cerrar el libro repita los puntos principales de la materia que acaba de leer. Vea si puede anotar en forma breve las ideas principales de la sección que leyó.  Si usted es capaz de hacer esto, la mayoría de los detalles que apoyan las ideas principales le vendrán a la memoria fácilmente.  Cuando vuelva a iniciar su estudio al día siguiente, su breve revisión le servirá como punto de partida y apoyo.  Al tomar nota de los puntos principales de su lectura, la preparación para pruebas y exámenes se transformará en un detalle fácil.
 
4. Cuestiónese a medida que lee
Cuando esté leyendo, hágase la imagen mental de que está teniendo una discusión con el autor.  Pregúntele permanentemente sobre las afirmaciones que hace y sobre las ideas que le presenta.  Vea si él le está dando las respuestas que lo satisfacen.
 
¿Qué significa el título del capítulo? ¿Qué significan los subtítulos? ¿Qué significan las palabras utilizadas en su propio contexto?  ¿Qué tratan de demostrar las tablas, diagramas y gráficas presentadas?  ¿Qué significan las palabras del resumen y conclusiones?  ¿Está el autor escribiendo desde un punto de vista especial?  ¿Por qué se detuvo tanto en algunos aspectos y no en otros?  ¿Cuándo se escribió el texto?  ¿Se han producido nuevos hechos o descubrimientos que releguen las opiniones del autor a un segundo plano o las hagan incorrectas?.
 
5. Tome notas o apuntes
Tomar notas al leer debe ser una costumbre.  No hay duda que para hacer del aprendizaje un proceso activo es necesario tomar apuntes, tomar notas.  Tomar apuntes es un asunto personal, individual y cada cual debe decidir la mejor técnica que se ajuste a sus necesidades.  A veces tres o cuatro frases bien pensadas pueden resumir un párrafo.  Otras una enumeración de propiedades.  Otra la reproducción esquemática de una clasificación por medio de llaves y paréntesis, etc...  Lo que interesa al tomar apuntes es que lo obliga a reprocesar la información que ha adquirido en su lectura y que permanece en su memoria de corta duración.  Al producir una "verbalización mental" y posteriormente transcribirla al papel, usted pone en acción otros centros asociativos que le garantizan que esa información permanezca en su memoria de larga duración y pasa a formar parte de su banco de información permanente. Esta es una de las diferencias fundamentales entre memorizar y aprender.
 
Si el texto que está leyendo es suyo, resulta cómodo acostumbrarse a subrayar. Al cerrar frases claves entre paréntesis cuadrados, poner una raya vertical al margen de un párrafo importante, poner una línea ondulante al lado de un párrafo difícil, es imposible no prestar más atención a un texto subrayado.  Esto es fatal si el texto debe ser compartido con varias personas.  ¡RAYAR TEXTOS DE LAS BIBLIOTECAS DE LA UNIVERSIDAD Y EN GENERAL AJENOS A SU PERSONA, ESTA ESTRICTAMENTE PROHIBIDO!
 
6. Use guías de estudios si están disponibles para el texto
Revisar es una disciplina acumulativa que debiera llegar a ser un hábito de estudio.  Usted revisa una frase o sentencia subrayándola.  Usted revisa una página después de leerla, simplemente recordando los puntos o ideas principales.  Usted calibra un significado de un capítulo apuntando algunas de las ideas principales en un pedazo de papel.  Usted registra los distintos puntos de vista e interpretaciones en su cuaderno a medida que escucha a su profesor y a otros estudiantes.  Usted lleva a cabo una revisión  final antes de una prueba, simplemente volviendo a examinar, a ver, su propio cuaderno, sus notas de lectura, mirando el texto y el material entregado en clases.
 
7. Estudie sin ningún tipo de presión y en forma sistemática
Evite estudiar bajo presión.  Estudiar en forma presionada crea tensión psicológica y fisiológica, lo que perturba su capacidad de retención.  Esto puede crear perturbaciones en su memoria durante el examen y sin duda "asegura que usted olvide" todo lo estudiado apenas termine el examen (elimina el "stress" que causa las molestias).  Esto se lo garantiza su propio organismo. Averigüe usted mismo algo más sobre los efectos biológicos del "stress".
 
La manera más fácil de estudiar es juntar todas las notas y apuntes de los capítulos leídos, transformando las ideas y proposiciones? resúmenes en preguntas. Contéstelas y revise sus respuestas, confrontándolas con los capítulos correspondientes. Formúlese preguntas rigurosas y contéstelas concienzudamente, no se deje llevar por la creencia de que "sabe las respuestas", si no es capaz de formularlas verbalmente o por escrito. A medida que se acerque la fecha de la prueba no llene su cabeza con detalles. Enumerar detalles sueltos como respuestas a preguntas específicas sobre conceptos, no oculta su mala preparación a nadie y le asegura una calificación mediocre o mala. Si usted ha leído el texto o lectura cuidadosamente y es capaz de identificar las ideas principales, le será muy fácil de recordar la información detallada de apoyo a sus respuestas.


 


RECOMENDACIONES PARA RENDIR EN BUENA FORMA UN EXAMEN

Con el correr de los años y gracias a la evaluación sistemática de los métodos que utilizan los docentes para poner a prueba a sus alumnos y la manera en que ellos responden, han sugerido un número de reglas o principios claves que se llevan a cabo a la hora de rendir un examen:
 
1. ¿Cómo prepararse?
Repase los apuntes durante todo el semestre y no un día antes de la prueba. Recuerde los temas que más se han discutido en clases y sintetícelos en cuadros sinópticos. Determine las ideas, palabras o nociones que el profesor o los autores hayan enfatizado y trabaje sobre ellos. Anote todas las preguntas que crea que el profesor puede formular, contestándolas en voz alta. Trate de explicar lo que aprendió con sus propias palabras.
 
2. Antes del examen
Tome medidas drásticas para combatir la ansiedad previa a la evaluación. Evite contestar las preguntas de los otros compañeros el día anterior de la prueba, sólo lograrán infundirle una sensación de inseguridad. Reconozca que no puede saber todas las respuestas. Continué con su vida normal los días previos al examen. Actué durante la prueba  como lo hacía mientras estudiaba. Un estudiante no debe probar experiencias nuevas e innovar métodos académicos que puedan descolocarlo en el examen.
 
3. En el examen
Esté seguro que entendió todo lo que se le pregunta. Preste atención a todas las indicaciones. Reparta y organice el tiempo. No llegue ni muy temprano ni muy tarde a la prueba: con 20 minutos de anticipación alcanza, llegar más temprano aumentaría su ansiedad.
 
CONSEJOS SOBRE LOS DISTINTOS TIPOS DE EXÁMENES

1. Preguntas de verdadero o falso
Cuando lea las indicaciones preste atención a dónde coloca la "x", el tilde o la marca respectiva. Considere verdaderos a los enunciados sólo si son absolutamente verdaderos. Tenga cuidado con las palabras específicas como "nunca", "siempre" o "nadie". Las afirmaciones extremas son casi siempre falsas.
 
2. Preguntas con alternativas
Nos piden elegir las respuesta correcta entre un número de enunciados. Esta se identifica haciendo una serie de preguntas sobre el asunto y se van descartando las respuestas incorrectas.
 
3. Términos pareados
Revise si ambas columnas tienen el mismo número de opciones. Una las flechas que esté seguro que son correctas. Revise las dos columnas una vez más para ver qué opciones quedaron sin unir.
 
4. Desarrollo
 
Para la correcta realización de las preguntas que requieren de un desarrollo realice los pasos que se dan a continuación:
 
4.1. Primero que todo LEA muy bien las preguntas, hasta entender completamente lo solicitado.
 
4.2. Conozca e identifique las palabras clave que  nos den una pista de lo que se pregunta.
 
4.3. Analice cada una de las preguntas.
 
4.4. Haga un breve cuadro sinóptico para cada respuesta.
 
4.5  Establezca un límite de tiempo para cada pregunta.
 
4.6. Repase y corrija las respuestas, tanto en contenido como en ortografía y gramática.
 
 
En definitiva, esta guía no es la última palabra sobre el tema, pero si se decide a emplear las técnicas aquí enunciadas quedará impresionado con los resultados. Recuerde: nosotros le dimos las herramientas, ahora depende de Usted la obtención de los resultados.  



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Cómo estudiar. El resumen.

 

Tomado de la página:

http://www.webdianoia.com/estudiar/resumen.htm

 

El resumen consiste básicamente en la reducción a términos breves y concisos de lo esencial de un asunto o materia. La capacidad de resumir va ligada, por lo tanto, a la capacidad de comprender con precisión lo que se considera esencial. En cuanto tal, es el paso previo a todo análisis y comentario de texto, por cuanto nos garantiza que hemos comprendido con exactitud lo esencial de aquello que tenemos, posteriormente, que analizar o comentar.

 

1) Lo que no es un resumen

Un resumen no es un esquema, ni un conjunto de notas ordenadas, sino una abreviación del texto original que debe presentarse con una redacción clara, lógica y bien encadenada.

 

Tampoco es un mosaico, es decir, una colección de fragmentos arrancados del texto: se trata, más bien, de asumir el pensamiento del autor y expresarlo uno mismo como si fuera el autor. No obstante, siempre que sea necesario, podrá reproducirse literalmente cualquier frase o fragmento colocándola entre comillas. (En los textos breves, lógicamente, puede llegar a ser realmente complicado evitar reproducir literalmente frases del texto.)

El resumen tampoco es una reducción mecánica proporcional, es decir, un conjunto de "sub-resúmenes" correspondiendo cada uno de ellos a una de las partes en las que se puede dividir el texto original. Se trata de destacar lo esencial, por lo que se ha de evitar colocar al mismo nivel lo que en el texto es accesorio o secundario.

Un resumen tampoco es un comentario, por lo que ha de evitarse expresar en él la opinión que nos merezca el texto. Se trata de ser fiel al significado del texto, de someterse completamente, por un tiempo, al pensamiento del autor. Toda objeción o crítica , así como todo signo de admiración por el autor o el texto, deben ser evitados en el resumen de un texto.

 

Un resumen no es un análisis, es decir, una explicación del pensamiento del autor y de sus afirmaciones, acompañada de introducciones y expresiones explicativas ("El autor cree...", "según X..."), sino una simple sustitución en cuanto a la extensión del texto. Por ello, mientras en el análisis hablamos en nombre propio, en el resumen tomamos el lugar del autor.

 

El resumen debe ser claro y bien redactado. Puede ocurrir que tengamos que resumir un texto literariamente defectuoso, aunque plagado de excelentes ideas. En ese caso debemos evitar contagiarnos de los defectos del texto utilizando un castellano oscuro e incorrecto.

 

 

2) Cómo resumir

1.-Leer el texto tantas veces como sea necesario.
2.-Repensar el texto y "medirnos" con él, hasta estar seguros de haberlo comprendido.
3.-Discernir la importancia de cada elemento.
4.-Elegir qué elementos debemos sacrificar y cuáles destacar.
5.-Expresar, por último, lo que hemos comprendido.


Cuestiones prácticas

- Hemos de plantearnos preguntas elementales en torno al texto:

A) ¿De qué se trata? ¿De qué trata exactamente ?
B) ¿Por qué se ha escrito? ¿Qué quiere explicarme el autor?
C) ¿Qué pone de relieve? ¿En qué insiste?

- Ya que el resumen no es un procedimiento mecánico requiere la presencia permanente de la imaginación y la inteligencia.

 

- Subrayar desde la primera lectura palabras y expresiones consideradas importantes, así como establecer divisiones en el texto o enlaces entre sus partes es negativo. Si tales notas precipitadas fueran erróneas, lo que es muy probable, nos ocultarían el sentido del texto en ulteriores lecturas.

 

- Es más efectivo y seguro leer antes el texto dos o tres veces con atención, sin subrayar ni anotar nada.

 

- A continuación, sin volver a mirar el texto, reflexionar sobre el mismo, intentando expresar su idea central, su punto de partida, su encadenamiento lógico... escribiendo todo ello, si es necesario, en un papel distinto del que vamos a utilizar.

 

- Proceder a una nueva lectura del texto subrayando, en este caso, más que las ideas centrales (que ya hemos asimilado y no se nos olvidarán) aquellas ideas importantes que no deben ser excluidas del resumen, pero procurando no subrayar frases enteras, a menos que lo consideremos indispensable, en cuyo caso debemos ponerlas entre comillas y subrayarlas.

 

- Si el texto es largo podemos realizar un esquema del mismo en un papel aparte, pero no sobre el mismo texto; hemos de recalcar la división y encadenamiento de sus partes.

 

- Si el texto es corto podemos iniciar la redacción del resumen directamente. Ellos planteará problemas, sin duda, que deberemos resolver en el curso de la redacción misma.

 

- Hay que respetar la extensión máxima del resumen según las instrucciones recibidas (resumir a un 1/4, 1/16..., o resumir en 10, 15 líneas; como norma se toma como referencia aceptable la variación de un +/- 10%).

- Recordemos, por último, que uno de los sentidos pedagógicos del resumen de un texto es habituarnos a comprender exactamente el pensamiento de otra persona.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Reflexiones sobre "El Estudio" y el "Arte de Estudiar"  
 Las técnicas de estudio 

 

Carlos Salinas, España

 

Tomado de la página:

http://usuarios.iponet.es/casinada/14ttee.htm

Llevo realizadas muchas tareas, algunas muy dispares, pero existe una especie de "hilo rojo" que permanece a pesar de los cambios: la enseñanza. A pesar de no buscarlo deliberadamente, de una manera u otra siempre terminé impartiendo clases (o charlas, o conferencias -que es lo mismo, pero con corbata-) sobre temas ligados a mis experiencias e intereses. Un destino singular, sin duda, para quien nunca se identificó con una vocación de maestro. Pero estos son los hechos.  

Y ahora, para seguir la tradición, me gustaría reflexionar sobre algunas cosas que he observado, controlado y experimentado en aproximadamente unos 37 años de enseñar a adultos, jóvenes y niños (actividad que, excepto en algunas épocas, nunca fue central). Un detalle, jamás tuve oportunidad de hacerlo con personas ancianas... son los únicos "conejitos de indias" que me faltan.  

Al finalizar, pondré una brevísima bibliografía de aquellos libros que aportan algo al asunto. Lamentablemente en este campo hay muchas palabras y pocas nueces. ¡Si pareciera que estamos en el Congreso!  

 

1 - La IMAGEN es la clave del recuerdo  

No se requiere ser pintor o frecuentador de las artes plásticas. Todos tenemos esta propensión biológica. Las imágenes nos llaman y nos seducen, luego es lógico que sean mejor recordadas que las palabras, los sonidos o los olores. El truco, en lo que se refiere al estudio, es traducir los conceptos abstractos a imágenes. Algunos lo hacen con facilidad, a otros le cuesta horrores. Pero en todos se puede incrementar esta facultad natural.  

Acostúmbrese a usar esquemas (palabras unidas con flechas).Acostúmbrese a imaginar situaciones donde se aplican los conceptos que aprende. Imagine que es un director de cine y que tiene que dar forma visual a lo que lee o piensa. El esfuerzo deliberado en este sentido se verá recompensando por recuerdos más fiables (aquellos que nos salvan a la hora de un examen, o de una pregunta comprometida). 
     

2 - ¡Atención a la atención!  

No estamos atentos. Excepto que un perro nos muestre los dientes y gruña terroríficamente, no solemos atender con los cinco sentidos. Y lo peor es que no nos damos cuenta; nuestra "desatención" nos pasa desapercibida. Como el pájaro surrealista de "La Isla" la novela filosófica de Aldous Huxley, alguien debería gritarnos cada pocos minutos ¡Atención a la Atención!  

La atención es una capacidad que se esta reduciendo en nuestra época. (como señala Neil Postman en "Divertirse hasta Morir" (Ediciones de La Tempestad. Bcn, 1991)  

La flojera en la atención tiene consecuencias: nuestros recuerdos son débiles y caprichosos. La memoria no nos ayuda porque ni siquiera creamos circuitos neuronales suficientemente estables. Todo ello tiene un remedio, tan sencillo como difícil: prestar atención con todos los sentidos. "Observar con atención equivale a recordar con claridad" (Edgard Allan Poe. "Los Crímenes de la calle Morgue) 
  
 3 - ¡La comprensión también se olvida!  

Algunos ingenuos creen que la clave del recuerdo está en la comprensión. ¡Mentira! Uno puede leer todo un diario de cabo a rabo y luego, si nos preguntaran sobre lo leído, apenas mantener alguna información en la cabeza. Es como si hubiéramos leído en trance hipnótico.  

La comprensión de un texto, o de una conferencia, es una condición necesaria para el recuerdo... no una condición suficiente.  

"¿Recuerdas lo que dijo?". "No", contesta la mayoría, pero era muy interesante. Solemos recordar nuestras sensaciones y emociones con mayor prolijidad; las ideas -sobre todo si son complejas- se van con quien las enuncia.  

"(La memoria)...en lo que ha de dar pena es prolija, y en lo que había de dar gusto es descuidada" dice Baltasar Gracián (en "Oráculo Manual y Arte de la Prudencia" -1647- ). Este aparente capricho de la memoria resulta de escuchar sin atender "a-fondo"; quedamos expuestos a los detalles que captan nuestra atención inconsciente. Lo más abstracto se pierde. 
  
 4 - ¡No hay aprendizaje sin actividad!  

Cuanto más activo, menos olvido. Se trata de "actividad" mental, no física. La pasividad, la simple receptividad, con ser buena... tampoco es suficiente.  

Incrementar la actividad -en situación de "alumno"- puede ser la cuadratura del círculo. Cuando uno está como alumno no tiene muchas oportunidades de ser activo; de ahí que en un clase el que más aprende suele ser el que menos lo necesita... el maestro.  

El alumno está en una especie de jaula. No debe moverse, no debe hablar (excepto para formular alguna pregunta), no debe, en suma, obstaculizar el proceso estereotipado de la clase ¿cómo demonios incrementar la actividad?  

La respuesta es única: tomando notas. Al hacerlo uno se mantiene despierto y sigue el proceso del pensamiento que expone el profesor.  

Tomar notas es costoso. Se gasta bastante energía y puede correr el peligro de perder partes interesantes de la clase. Más la solución no está en abandonar esta actividad sino en perfeccionarla: notas telegráficas, incompletas, rápidas, con "letra de médico". Notas que lleven poco tiempo y que permitan mirar al profesor el mayor tiempo posible. 
     

5 - La toma de notas es un test de inteligencia  

Cuánto más tonto, más detalladas y prolijos serán los apuntes tomados en clase. Notas extensas, cabeza hueca.  

Las "notas" deben ser breves e incompletas. El estudiante hace una apuesta para "después" de la clase. Se trata de utilizar esas pocas palabras registradas como estímulos para recordar todo el pensamiento expuesto. Luego, ya más tranquilos, podemos completarlos agregando todo lo que la memoria nos proporciona.  

Las "notas" deben ser como la "lista de la compra" en un ama de casa eficaz, breves y sustanciosas. ("Eficiencia: ...esa perfección ... que incluye la aprehensión de todas las posibilidades mediante las cuales se puede obtener legítima ventaja". Edgard Allan Poe. "Los crímenes de la calle Morgue")  

Al principio tomar notas de esta manera es preocupante. Uno tiene miedo de registrar demasiado poco. Sin embargo la experiencia repetida va mostrando "cuánto" y "qué" anotar. El que no se arriesga no aprende. El que no se arriesga no sigue la clase con interés; la comodidad puede ser un enemigo del aprendizaje. Una persona "inteligente" no es aquella que "no comete errores", sino alguien que aprende de sus errores. 
     

6 - ¡El repaso es la clave del examen!  

Notas breves incitan a repasarlas para completarlas (lo ideal, dentro de las 24 horas siguientes). Y ésta es otra cualidad de las notas breves... que no pueden dejarse sin completar so pena de no entenderlas semanas después.  

Sólo el repaso consolida lo comprendido. El repaso elimina gran parte de las singularidades caprichosas de la memoria; más debe hacerse con método, sujetarlo a un calendario. Una vez escuchado un tema el primer repaso debe ser pronto. Los siguientes se van espaciando conforme a una progresión casi geométrica. Resumiendo, el primero al finalizar la clase; luego a las 24 horas, a la semana, al mes, a los seis meses.  

Los expertos aseguran que con estos cinco repasos los temas quedan "encolados" de por vida. De todas maneras aún no he conocido el alumno que los haga. En la práctica podemos reducirlos a las 24 horas, y al mes. El resultado no será tan completo, pero se mantienen los mínimos requeridos para cualquier examen universitario (siempre que la persona sea joven; en caso de mayor edad... se recomienda un poco más de esfuerzo). 
     

7 - Escribir para pensar mejor  

Si alguien quiere aprender... que escriba. Cuando se realiza la operación tan sencilla como poco practicada de poner por escrito nuestro pensamiento, algo pasa. Uno se permite decir muchas tonterías cuando habla; al leerlas "saltan" a la vista (no siempre, por supuesto; estos apuntes podrían ser una prueba).  

Al hablar, las frases quedan inconclusas y el interlocutor también entiende. Al escribir tenemos que terminar lo dicho; no valen gestos que ilustran mejor que mil palabras. Hay que ajustarse a una disciplina: poner una palabra detrás de la otra.  

Un consejo: llevad un diario. Un cuaderno anónimo donde vayaís escribiendo diversos avatares de la vida cotidiana. No se trata de hacer literatura. Escribir sencillo para pensar con claridad; todo lo contrario de lo que suelen hacer los políticos.  

Escribir es "regar" la planta del pensamiento reflexivo. Una herramienta esencial, si se desea "aprender" toda la vida. 
  
  

8 - Para sobrevivir en la universidad ¡sea esquemático!  

Un consejo que dan algunos estudiosos, y es cierto. Pero no sólo para la universidad; vale para cualquier actividad donde se manejen ideas y donde haya que tomar decisiones.  

En este contexto "ser esquemático" no significa nada malo. Quiere decir: "¡Haga muchos esquemas!". No se trata de reducir la complejidad de la vida, sino de eliminar todas las palabras sobrantes. Convertir el pensamiento en un tablero de ajedrez donde cada idea tiene un lugar y un valor, al igual que los trebejos del juego. 
  
  

9 - Quien se autoexamina, ¡APRUEBA!  

Un estudiante eficaz es autosuficiente: no necesita del examen para enterarse si realmente conoce el tema. De allí que, intuitivamente o por método, dedica gran parte de su esfuerzo a elaborar exámenes privados. Un estudiante eficaz se autoexamina antes de que lo hagan los demás.  

Por otro lado, crear un cuestionario es una excelente forma de repasar. De allí que no se pierde el tiempo. Haga la prueba; trate de crear un cuestionario de examen sobre la materia que estudia (como si fuera un profesor más) y verá lo que sucede.  

Otra posibilidad es contar lo que sabemos a alguien que nos pida ayuda. Intentar transmitir lo que se sabe es la mejor manera de reflexionar sobre ello. Como decía Sherlock Holmes : "no hay nada que aclare tanto un caso como el exponerselo a otra persona..." (for nothing clears up a case so much as stating it to another person...)  (A. Conan Doyle, "Silver Blaze") 
  
  

10- Duplicar el tiempo  

Todos los habitantes de las ciudades tenemos poco tiempo. Las actividades se suceden sin interrupción. Y cuando nos queda algo, la industria del ocio se lo lleva todo. La televisión es la gran asesina de muchas autopromesas de "fin de año". Y no se trata de que lo haga por contar estupideces... sino porque roba el tiempo necesario para "hacer" aquello que en fecha señalada nos propusimos.  

Gestionar el tiempo es clave para aprender algo sistemáticamente. El tiempo es un bien escaso; más aún que el dinero. El dinero va y viene, el tiempo sólo se va.  

Recordemos: a los hábitos solo se los puede cambiar construyendo nuevos hábitos. Y para ello se necesita tiempo.  

Como dice J.L. Servan-Schreiber: "creemos que la diversidad nos va a cambiar, y es la monotonía la que nos cambia".  

Un obstáculo importante en nuestra administración del tiempo está en las emociones. Hemos desarrollado -en muchos casos- una equiparación tan incorrecta como saboteadora: controlar el tiempo es un aspecto más del trabajo. Me refiero al "trabajo" como medio de supervivencia; a la maldición bíblica; a lo que hacemos para ganarnos la vida. Luego, evitamos inconscientemente aplicar esa medida a las tareas lúdicas o de autodesarrollo.  

¡Pues falso! Cobremos conciencia que nuestra vida está hecha de tiempo. Cuando el tiempo se nos acaba... ¡se acabó! Mientras nos queda tiempo, hay cosas por hacer y por disfrutar. Luego es un derroche absurdo "¡perder el tiempo!". Dicen los hindúes que a cada humano se le asigna un número finito de respiraciones. No podemos cambiarlo, sólo podemos inhalar y exhalar más despacio. Las respiraciones serán las mismas, están contadas, pero la vida será más larga.  

Quizá sea una metáfora. Pero una metáfora importante. Quizá llevemos una "bomba de tiempo" en nuestro interior, y cuando suena el reloj estalla. En todo caso llamo la atención sobre que gestionar nuestro tiempo no es "moco de pavo". Demos al tiempo su valor. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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OTROS LINKS SOBRE EL TEMA, MUY BUENOS............(SI CONOCES OTROS, CUÉNTANOS PARA COMPARTIRLOS)

http://www.lanzadera.com/tecnicasestudio

http://www.lafacu.com/tecnicas/

http://www.mujerweb.com/vaixell/formacion/articulos/estudiar.htm

strategies for improving concentration and memory

 

How Students Learn Science

 

http://www.pearsonedchile.com/uni_estud/habilidades/

 

 

 

 

 

Tomado de la página: http://fisica.usach.cl/fisica/docencia/carrerasservicio/PAIngEjec/estudiar.htm#resumen