QUE BONITO AMOR

José Alfredo Jiménez

 

Qué bonito amor,

qué bonito cielo,

qué bonita luna,

qué bonito sol.

 

Qué bonito amor

yo lo quiero mucho,

porque siente todo

lo que siento yo.

 

Ven juntito a mí

quiero que tus manos

me hagan mil caricias,

quiero estar en ti.

 

Dame más amor

(dame más amor)

pero más y más

(pero más y más)

quiero que me beses

como tú me besas

y después te vas.

 

Yo comprendo

que mi alma en la vida

no tiene derecho

de quererte tanto.

 

Pero siento

que tu alma me grita,

me pide cariño

y nomás no me aguanto.

 

Qué bonito amor,

qué bonito cielo,

qué bonita luna,

qué bonito sol.

 

Si algo en mí cambio

(si algo en mi cambio)

te lo debo a ti

(te lo debo a ti)

porque aquel cariño

que quisieron tantos

me lo diste a mí.

 

Qué bonito amor.

 

 

 QUE SEAS FELIZ

Consuelo Velázquez

 

Que seas feliz, feliz, feliz,

es todo lo que pido

en nuestra despedida;

no pudo ser,

después de haberte amado tanto,

por todas esas cosas

tan absurdas de la vida.

 

Siempre podrás contar conmigo,

no importa donde estés,

al fin que ya lo ves,

quedamos como amigos,

y en vez de despedirnos

con reproches y con llanto,

yo que te quise tanto,

quiero que seas feliz, feliz, feliz.

 

 

 QUE SUERTE LA MÍA!

José Alfredo Jiménez

 

Te vas por un momento,

te vas diciendo que vuelves,

que vuelves pronto

a quererme más,

te vas y yo presiento

que aquí se acaba todo,

que ya a mi vida, no volverás.

 

Qué triste agonía

tener que olvidarte

queriéndote así,

que suerte la mía

después de una pena

volver a sufrir.

 

Qué triste agonía

después de caído,

volver a caer;

qué suerte la mía

estar tan perdido

y volver a perder.

 

Amor, amor sagrado,

así me lo habías jurado

ante una virgen, ante un altar;

saliste igual que la otra,

juraste muchas cosas;

y al verme herido,

también te vas.

 

Qué triste agonía. . .

 

 

QUÉ TE FALTA, MUJER

D.P.

 

Qué te falta, mujer, qué te falta,

qué te falta si estoy a tu lado,

soy dichoso, no soy desgraciado,

tengo una madre que llora por mí.

 

Eres flor que entre peñas naciste,

y naciste para padecer,

yo primero conocí a mis padres

y después a una ingrata mujer.

 

Anteanoche soñé que te amaba

como se ama una madre en la vida,

desperté y todo era mentira,

ni siquiera me acuerdo de ti.

 

Si te quisé no fue que te quise,

si te amé fue por pasar el rato,

hoy te mando tu triste retrato

para nunca acordarme de ti.

 

Sigue, Mari, la senda que quieras,

hoy que tienes el mundo a tus pies,

más tarde, si no hay quien te quiera,

recordarás de mí alguna vez.

 

Sigue, Mari, la senda que quieras

cuando acaben tus tristes dolores,

al sepulcro te llevaré flores

y en silencio me pondré a llorar.

 

 

QUE TE HA DADO ESA MUJER

Gilberto Parra

 

Qué te ha dado esa mujer

que te tiene tan engréido,

querido amigo; querido amigo,

yo no sé lo que te ha dado.

 

Cada que la veo venir

se agacha y se va de lado,

querido amigo; querido amigo,

más valía mejor morir.

 

Hace cuatro o cinco días

que no la miro,

que no la miro

sentadita en su ventana.

 

Si no la miraste hoy

ahí la miraras mañana,

querido amigo; querido amigo,

más valía mejor morir.

 

Si el propósito te hicieras

de olvidarla;

tu destino es comprenderla

y adorarla.

 

Si no la miraste hoy. . .

 

 

QUE TE VAYA BONITO

José Alfredo Jiménez

 

Ojalá que te vaya bonito,

ojalá que se acaben tus penas,

que te digan que yo ya no existo,

que conozcas personas más buenas.

 

Que te den lo que no pude darte

aunque yo te haya dado de todo,

nunca más volveré a molestarte,

te adore, te perdí, ya ni modo.

 

Cuántas cosas quedaron prendidas. . .

hasta dentro del fondo de mi alma,

cuántas luces dejaste encendidas,

yo no sé como voy a apagarlas.

 

Ojalá que mi amor no te duela

y te olvides de mí para siempre,

que se llenen de sangre tus venas

y te vista la vida de suerte.

 

Yo no sé si tu ausencia me mate

aunque tengo mi pecho de acero,

pero nadie me llame cobarde

sin saber hasta dónde te quiero.

 

Cuántas cosas quedaron. . .

 

 

!QUE VA!

Fernando Z. Maldonado

 

Que te deje yo !qué va!,

si te estoy queriendo tanto

en tus ojos hay dulzura

y en tus labios la ternura

que me llena de ilusión.

 

Me aconsejan sin razón

que ya deje de quererte,

que no tienes corazón

y que un día sin compasión

con engaños tú te iras.

 

Que te deje yo !qué va!,

es que envidian nuestro amor,

que haga caso yo !qué va!,

me critican por ardor.

 

Con tus besos viviré

en un mundo de ilusiones,

latirán dos corazones

bajo un cielo de ilusiones,

cobijando nuestro amor.

 

Que te deje yo. . . !qué va!

 

 

QUIERO VER

Tata Nacho

 

Quiero ver otra vez

tus ojitos de noche serena,

quiero oir otra vez

tus palabras calmando mi pena.

 

Quiero ser otra vez

el que inquiete la paz de tu sueños,

con la dulce esperanza

de un cariño borracho de sueño.

 

Y quisiera sobre todo,

un poquito de esperanza,

tú te has vuelto muy esquiva,

muy dada a la desconfianza.

 

No hay razón, dulce bien,

que me trates como un estraño;

siempre soy el que he sido,

no me pagues con un desengaño,

mira negra me harías mucho daño.

 

 

RAYANDO EL SOL

Manuel M Ponce.

 

Rayando el sol

me despedí,

bajo la brisa

y allí me acordé de ti,

llegando al puente,

del puente me devolví

bañado en lágrimas,

las que derramé por ti.

 

Qué chulos ojos,

los que tiene esa mujer;

bonitos modos

los que tiene pa' querer

que por ahí dicen,

que a mí me robó el placer

!Ay! qué esperanza,

que la deje de querer.

 

 

RECONCILIACIÓN

Acrelio Carrillo

 

Quisiera convencerte que es mentira

que yo te traicionée con otro amor;

pero mi orgullo me ha detenido

y no podrás gozar mi humillación.

 

A veces por capricho del destino

le damos un pecado al corazón

me mortifica volver a verte

y darte una segunda explicación.

 

Despréciame si quieres, alma mía

castígame si estás en tu deber,

que nada ganaras con tu ironía,

tú siempre con mi amor has de volver.

 

Te digo que procedes, por capricho,

por algo que no tiene explicación,

y mientras me castigas, te castigas

y sueñas con la dulce reconciliación.

 

 

RENUNCIACIÓN

Antonio Váldez Herrera

 

No quiero verte llorar

no quiero ver que las penas,

se metan en tu alma buena

por culpa de mi querer.

 

No quiero verte sufrir,

no soy capaz de ofenderte,

si sabes que hasta la muerte

jure ser sólo de ti.

 

Si no encontraste ternura en mi alma

si sólo penas te causo yo;

me voy mi vida de tu presencia,

aunque me duela el corazón.

 

Yo siempre fui lo que soy

jamás te dije mentiras,

y puse a tus pies mi vida

sin ninguna condición.

 

Si tú lo quieres mi amor

me voy de ti para siempre,

dejando un beso en tu frente

como postrer bendición.

 

No habrá reproches de parte mía

sólo me importa que seas feliz;

ya vez que todo perdí en la vida,

mi pobre vida que es para ti.

 

 

RESPETA MI DOLOR

Marcela Galván

 

Yo no puedo pedirte

que me sigas amando,

tampoco he de implorarte

amor por compasión.

 

Fingiste que me amabas

y yo tan insensato

creí en tus juramentos

como se cree en Dios.

 

Me enseñaste a querer,

para martirizarme,

partiste en mil pedazos

mi amante corazón.

 

Sólo un favor te pido,

no vuelvas a buscarme

ya no seas tan cobarde,

respeta mi dolor.

 

 

RETIRADA

José Alfredo Jiménez

 

La distancia entre los dos

es cada día más grande,

de tu amor y de mi amor

no esta quedando nada;

sin embargo el corazón

no quiere resignarse

a escuchar el triste adiós

que sea tu retirada.

 

Cuando te hayas ido ya

pedazo de mi vida;

si aguanté la soledad

recuérdame un poquito,

porque yo te supe amar

derecho y sin mentiras

y te voy a recordar,

por Dios que muy bonito.

 

Déjame algo de recuerdo,

una lágrima y un beso

y un cachito de tu pelo;

de mí no te lleves nada

porque ya lo tienes todo

yo soy tuyo, sólo tuyo.

 

La distancia entre los dos. .

 

 

RONDALLA

Alfonso Esparza Oteo

 

En esta noche clara

de inquietos luceros,

lo que yo te quiero

te vengo a decir;

mirando que la luna

extiende en el cielo

su pálido velo de plata y zafir.

En mi corazón siempre estás

y ya no he de olvidarte jamás;

porque yo nací para ti,

y de mi alma la reina serás.

 

En esta noche clara

de inquietos luceros

lo que yo te quiero

te vengo a decir:

Abre el balcón y el corazón

mientras que pasa la ronda,

piensa, mi bien, que yo también

tengo una pena muy honda.

Para que estés cerca de mí

te bajaré las estrellas,

en esta noche callada

que en toda mi vida será la mejor.

 

Abre el balcón. . .

 

 

SE ME HIZO FÁCIL

Agustín Lara

 

Se me hizo fácil

borrar de mi memoria

a esa mujer

a quien yo amaba tanto,

se me hizo fácil

secar de mí ese llanto

y ahora la quiero

cada día más y más.

 

La abandoné

porque me fue preciso;

así abandono a la mujer

que a mí me ofenda,

voy a buscar otro amor

que me convenga

y a éste lo olvido

cada día más y más.

 

 

SERENATA HUASTECA

José Alfredo Jiménez

 

Canto al pie de tu ventana

pa' que sepas que te quiero,

tú a mí no me quieres nada,

pero yo por ti me muero.

 

Dicen que ando muy errado,

que despierte de mi sueño,

pero se han equivocado

porque yo he de ser tu dueño.

 

Qué voy a hacer

si de veras te quiero,

ya te adoré

y olvidarte no puedo.

 

Dicen que pa' conseguirte

necesito una fortuna,

que debo bajar del cielo,

las estrellas y la luna.

 

Yo no bajaré la luna

ni las estrellas tampoco,

y aunque no tengo fortuna

me querrás poquito a poco.

 

Qué voy a hacer. . .

 

Yo sé que hay muchas mujeres

y que sobra quién me quiera,

pero ninguna me importa,

sólo pienso en ti, morena.

 

Mi corazón te ha escogido

y llorar no quiero verlo,

ya el pobre mucho a sufrido,

ora tienes que quererlo.

 

Qué voy a hacer. . .

 

 

SERENATA TAPATÍA

E. Cortázar y M. Esperón

 

Mujer abre tu ventana

para que escuches mi voz,

te está cantando el que te ama

con el permiso de Dios.

 

Aunque la noche está oscura

y aquí no hay ninguna luz,

con tu divina hermosura

la iluminas toda tú.

 

Yo te juro que ni el sol,

la luna ni las estrellas,

juntitas toditas ellas

iluminan como tú.

 

Tú iluminaste mi vida,

por eso mujer querida

te canto esta noche azul,

por eso vengo a robarte

un rayito de tu luz.

 

Yo te juro que ni el sol,

la luna ni las estrellas,

juntitas toditas ellas

iluminan como tú.

 

 

SIMÓN BLANCO

Delfino Villegas

 

Voy a cantar un corrido

sin agravio y sin disgusto,

lo que sucedió en Tres Palos

municipio de Acapulco,

mataron a Simón Blanco:

más grande fue su resulto.

 

Su mamá se lo decía:

Simón, no vayas al baile,

y Simón le contestó:

-Mamá no seas tan cobarde.

¿Para qué cuidarse tanto?,

de una vez lo que se atañe.

 

Cuando Simón llegó al baile

se dirigió a la reunión;

toditos lo saludaron

porque era un hombre de honor.

Se dijeron los Martínez:

cayó a las redes el león.

 

Como a las tres de la tarde

dio principio la cuestión,

cuando con pistola en mano

Andrés Bailón lo cazó.

Onésimo, su compadre

vilmente lo asesinó.

 

A los primeros balazos

Simón hablo con violencia:

--Adrián, dame mi pistola,

¿no ves que esa es mi defensa?

Quiso cazar a Martínez;

le falló la resistencia.

 

Como a los tres días de muerto

los Martínez fallecieron.

Decían en su novenario

que eso encerraba un misterio,

porque matar a un compadre

era ofender al eterno.

 

Mataron a Simón Blanco

que era gallito de traba

era un gallito muy fino

que el gobierno respetaba;

él con su treinta en la mano,

Simón Blanco se llamaba.

 

 

SI TÚ TAMBIÉN TE VAS

José Alfredo Jiménez

 

Te voy a dedicar otra canción,

a ver si me devuelves tu cariño,

ya vengo de rezar una oración,

a ver si se compone mi destino.

 

Acuérdate que siempre te adoré,

no dejes que me pierda en mi pobreza,

ya todo lo que tuve se me fue,

si tú también te vas

me lleva la tristeza.

 

No dejes que me muera por tu amor,

si tienes corazón

enséñalo y regresa.

 

Canta, canta, canta,

palomita blanca,

que hasta Dios te adora.

Canta, canta, canta,

palomita blanca,

mientras mi alma llora.

 

Si quieres que me arranque

el corazón

y ponga junto a ti mis pensamientos,

espera que termine mi canción,

tú sabes que yo cumplo

un juramento.

 

Acuérdate que siempre te adoré,

no dejes que me pierda

en mi pobreza,

ya todo lo que tuve se me fue,

si tú también te vas

me lleva la tristeza.

 

Canta, canta, canta,. . .

 

 

SONORA QUERIDA

Raúl Castell

 

Sonora querida,

tierra consentida

de dicha y placer,

extraño tu suelo

y cifro mi anhelo

en volverte a ver.

 

Tus lindas mujeres

encienden quereres,

son hembras de amor,

tienen negros ojos

y labios tan rojos

que son un primor.

 

Cuando otra vez vea

a mi Cananea,

feliz yo seré,

aquel Bacatete

donde el diecisiete

yo me pronuncié.

 

!Oh!, Guaymas hermoso,

puerto delicioso

en donde encontré,

a una encantadora

hija de Sonora

a la que adoré.

 

Cajeme tan rico,

donde hasta el más chico

gana su tostón,

pueblito tan manso

frijol y garbanzo,

tú diste a Obregón.

 

Bonito Hermosillo,

tan chico y sencillo

en donde viví,

sus noches aquellas

tan raras y bellas

que están siempre en mí.

 

Nogales, frontera

por donde quisiera

a mi suelo volver;

frontera querida,

yo daría mi vida

por volverte a ver.

 

Adiós mi Sonora,

donde el bacanora

enciende pasión,

tierra idolatrada,

serás venerada

por mi corazón.

 

 

SU MAMÁ TUVO LA CULPA

Alfonso Esparza Oteo

 

Y por esta calle vive

la que a mi me abandonó,

su mamá tuvo la culpa

pues ella la desanimó.

 

Se agachaba y sonreía,

pensaría que le rogaba yo,

ni esperanza que le ruegue,

ese tiempo ya se acabó.

 

Y ella lloraba,

al otro día por la mañana,

de un sentimiento

del amor que la cegaba.

 

Se agachaba y sonreía,. . .

 

Copyright © 1998 [Luis Alfonso Domínguez Carballo, Delegado Estatal de las Olimpiadas Nacionales de Física en el Estado de Sonora]. ldoming@fisica.uson.mx. Reservados todos los derechos. Revisado:17 de enero de 2003.